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					El vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel 
					Marín, optó ayer por no responder a las críticas que el 
					pasado miércoles hizo el presidente de Populares en Libertad 
					(PPL) a propósito de la reforma del Reglamento de la 
					Asamblea que ha planteado el Gobierno local a los grupos de 
					la oposición. 
					 
					A preguntas de los periodistas, Marín restó credibilidad a 
					las palabras de Velázquez porque “todo el mundo lo conoce” y 
					es “un reo inhabilitado por haber prevaricado dos veces”. En 
					su opinión, una persona condenada por dicho delito “tiene 
					poca credibilidad”, sobre todo cuando “llega a nuestra 
					ciudad después de estar ocho años sin importarle un pimiento 
					Melilla porque no pasó por aquí ni para dar los buenos 
					días”. 
					 
					Además, recordó que el líder de Populares en Libertad “vino 
					a intentar reírse de la Justicia y de los melillenses 
					intentando presentarse a unas elecciones sabiendo que no 
					podía presentarse y al final fue la Justicia la que le dijo 
					que estaba inhabilitado hasta 2017”.  
					 
					En opinión de Marín, a Velázquez “no le queda a nadie por 
					engañar”, por lo que “no merece el más mínimo comentario lo 
					que diga este señor a partir de ahora”. 
					 
					Asimismo, lo criticó porque fue “un malísimo gestor para las 
					arcas públicas”, hasta el punto de que “tuvo que pedir 4.000 
					millones de las antiguas pesetas en 1997 para terminar el 
					presupuesto de ese año”. 
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