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					El horario de verano de los centros de salud (operan de ocho 
					de la mañana a cinco de la tarde) aumenta el número de 
					pacientes del Servicio de Urgencias de Atención Primaria, 
					que abre a las 17 horas. El personal recuerda que el SUAP no 
					es un servicio ni para urgencias graves, que deben ser 
					atendidas en el Hospital, ni para dolencias demorables de 
					las que puedan ocuparse en los ambulatorios. 
					 
					El SUAP (Servicio de Urgencias de Atención Primaria) 
					continúa, al igual que en las demás temporadas, abriendo a 
					las cinco de la tarde. Pero con una diferencia: “Cuando esta 
					tarde hemos llegado ya había colas”, explica Juan Ramón Mesa 
					Castro, uno de los enfermeros del centro. Él es eventual y 
					sólo trabaja en verano, pero su compañero, que pertenece a 
					la plantilla durante todo el año, le apunta que a primera 
					hora de la tarde no son aún tan frecuentes las visitas de 
					pacientes.  
					 
					El personal asegura que el horario de verano de los centros 
					de salud (Recinto, Otero y Tarajal operan entre las 8:00 y 
					las 17:00 horas) provoca que aumente el número de pacientes, 
					al no poder ser atendidos en sus ambulatorios.  
					 
					A medida que transcurre la tarde los pacientes van 
					aumentando. “Es mucho peor por la noche”, apunta el 
					enfermero. A las 21 horas, EL PUEBLO es testigo de cómo se 
					amontonan en las puertas del centro los pacientes esperando 
					a ser atendidos.  
					 
					“El Ramadán nos está también influyendo”, explica el 
					trabajador y apunta que son frecuentes los pacientes que 
					achacan a otros factores dolencias que están asociadas a la 
					falta de alimentos o a una deshidratación. De cinco de la 
					tarde a nueve de la mañana del día siguiente, de lunes a 
					viernes, y durante las 24 horas los fines de semana y 
					festivos. Dos médicos, dos enfermeros, un celador y en días 
					concretos como feria un personal de refuerzo conforman la 
					plantilla.  
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					Ni un dolor de cabeza de cuatro días ni una extrema urgencia 
					Abundan las ‘enfermedades’ 
					veraniegas. “Muchos dolores de garganta porque la gente toma 
					las cosas muy frías y por los cambios de temperatura y los 
					aires acondicionados”, explica Juan Ramón Mesa Castro, 
					enfermero del SUAP. También dolores de cabeza, pero no de 
					los que se quitan con pastillas, sino de los que es 
					suficiente con “ponerse una gorra o colocarse a la sombra”. 
					Mesa hace un llamamiento a la ciudadanía, les recuerda cuál 
					es la misión de un servicio como el SUAP: “Si es una 
					Urgencia grave debe ir al hospital; si lleva cuatro días con 
					un dolor es que no es una urgencia y a donde tiene que 
					acudir es a su médico de cabecera. Este servicio es para 
					urgencias ambulatorias que no son demorables, patologías que 
					conllevan un bienestar inmediato. Por ejemplo, alguien que 
					necesita un pinchazo. Vamos, casos que no pueden esperar al 
					día siguiente, pero que tampoco son vitales”. 
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