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					Como portavoz de todos los trabajadores de la institución, 
					el director del Centro Penitenciario Los Rosales, Juan 
					Hernández, se mostró ayer “muy satisfecho y agradecido” ante 
					la mención especial que les ha otorgado el jurado del 
					‘Reconocimiento a la lucha contra la violencia de género’ 
					por su programa de reeducación de maltratadores que un 
					equipo multidisciplinar lleva desarrollando desde 2009. “Es 
					un honor que expertos en la materia nos concedan este 
					distintivo”, valoró. 
					 
					Recibir la noticia de la mención especial otorgada por el 
					jurado del ‘Reconocimiento a la lucha contra la violencia de 
					género’ de la Ciudad Autónoma fue motivo de “alegría, 
					satisfacción y agradecimiento” para el colectivo de 
					trabajadores del Centro Penitenciario Los Rosales, según 
					transmitió ayer Juan Hernández, director de la institución 
					ceutí.  
					 
					“Es un honor que un grupo de expertos en esta materia nos 
					haya concedido este distintivo, que es fruto del trabajo en 
					equipo que se realiza en la prisión, tanto por parte de la 
					vigilancia como los profesionales de la terapia”, valoró 
					Hernández, quien explicó que el programa de reeducación de 
					maltratadores ejecutado en dependencias externas del centro 
					desde 2009 surgió ante el “vacío” que existía en la ciudad 
					de instituciones dedicadas a este fin y bajo el objetivo 
					perseguidas en el interior de las celdas. “Hacemos muchas 
					actividades encaminadas a la igualdad y el respeto entre 
					ambos sexos lo que, consecuentemente, nos lleva a la lucha 
					contra la violencia de género”.  
					 
					El responsable de la institución penitenciaria destacó la 
					labor desarrollada por Nonia María, psicóloga y 
					responsable de este programa que persigue la rehabilitación 
					de las conductas de los maltratadores a través de una 
					terapia cuya duración es de un mínimo de seis meses. 
					“Nosotros atendemos el requerimiento de los tribunales de 
					Justicia ya que los condenados por este delito pueden 
					ingresar en prisión, hacer trabajos en beneficio de la 
					comunidad o están obligados a realizar la terapia que 
					llevamos a cabo”, argumentó Hernández.  
					 
					Desde su implantación en Ceuta en 2009, nueve han sido las 
					personas que han participado en este programa de los cuales 
					cuatro aún continúan asistiendo a las clases, conferencias y 
					actividades que se llevan a cabo dentro del mismo. Y sus 
					resultados, “todo un éxito puesto que, hasta la fecha, 
					ninguno de ellos ha vuelto a cometer el delito de malos 
					tratos según hemos comprobado”, reveló el director de Los 
					Rosales, muy orgulloso.  
					 
					Este distintivo se suma a las tres medallas al mérito 
					penitenciario y el programa sobre interculturalidad que en 
					los últimos años ha obtenido la prisión ceutí.  
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