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					Uno de los objetivos primordiales de cada feria es que los 
					incidentes no puedan empañar las fiestas patronales. Por 
					esta razón, y como cada año, la Junta Local de Seguridad ha 
					establecido un amplio dispositivo en el que trabajarán 
					alrededor de 800 efectivos entre agentes de la Policía 
					Local, Policía Nacional y Guardia Civil, y personal de 
					cuerpos de emergencia como los Bomberos o Protección Civil. 
					Este dispositivo ha empezado a funcionar ya, aunque aún 
					falten días para el encendido del recinto ferial. 
					 
					Javier Calderón, su departamento y el de Bienestar Social y 
					Sanidad ya están haciendo las revisiones pertinentes 
					mientras se instalan las casetas, con el objeto de que todo 
					esté conforme a la normativa y garantizar así la seguridad 
					de los ciudadanos y los trabajadores de cada puesto.  
					 
					El dispositivo de este año, aprobado la semana pasada por la 
					Junta Local de Seguridad, apenas entraña variaciones. Según 
					apuntó Calderón, los distintos cuerpos que participan de 
					manera coordinada en el operativo han propuesto el mismo 
					esquema de dispositivo, estableciendo sólo algunas 
					perfecciones fruto de la experiencia de ediciones 
					anteriores. 
					 
					La Consejería de Seguridad Ciudadana aporta 483 efectivos 
					entre Policía Local, Bomberos y Protección Civil. Por su 
					parte, la Policía Nacional estará representada por 324 
					agentes. También participa la Guardia Civil, aunque no se ha 
					dado a conocer con cuántos efectivos. El objetivo es que 
					“todo el mundo tenga derecho a disfrutar de la Feria sin 
					problemas de ningún tipo sin descuidar el resto de la 
					ciudad, que mantiene su ritmo normalizado”, resume Calderón. 
					 
					Para ello, los agentes prestarán una especial atención a 
					cuestiones clave como impedir el acceso de estupefacientes y 
					armas blancas en el recinto ferial, así como evitar en la 
					medida de lo posible la venta ambulante ilegal en la zona. 
					Otro de los factores que más vigilará la Policía Local serán 
					los ruidos.  
					 
					En este sentido, el dispositivo establecerá una atención 
					permanente para que no haya más decibelios de lo aceptable 
					en cada franja horaria de las que se han delimitado. Así, 
					entre las dos y las cuatro de la madrugada, hora de cierre 
					de las casetas, el volumen de la música tendrá que ser 
					reducido respecto al resto del día. En las vísperas de 
					festivos y fines de semana, el horario se amplía hasta las 
					seis de la mañana, por lo que en las dos últimas horas el 
					volumen de la música tendrá que ser reducida aún más. 
					 
					Otro de los aspectos a los que prestará una atención 
					especial la Policía Local es el tráfico rodado, que será 
					cortado en las inmediaciones del recinto ferial.  
					 
					Por esta razón, y para evitar problemas de circulación, 
					Calderón pidió a los melillenses que utilicen en mayor 
					medida el transporte público para ir a la Feria, dada la 
					escasez de aparcamiento hasta que no esté totalmente 
					construido el parking de Isla Talleres. 
					 
					El dispositivo de seguridad no terminará hasta un par de 
					días después de que finalicen las fiestas, ya que los 
					agentes deberán vigilar todo el proceso de desmontaje de las 
					atracciones en el marco de la Operación Feriante. De este 
					modo, se pretende evitar que los inmigrantes se escondan en 
					los camiones para pasar de Melilla a la Península. 
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