| 
                     
					“Nadie es profeta en su tierra”, explica César Martín, uno 
					de los artistas locales inmerso en más proyectos en la 
					ciudad. Con el refranero popular, el actor hace referencia a 
					las dificultades que tienen para vivir de la cultura. La 
					crisis también les ha afectado, uno de los últimos ejemplos 
					fue la pasada feria, donde se redujo el sueldo de las bandas 
					musicales. 
					Los jóvenes ceutíes que buscan hacerse un hueco en los 
					diferentes campos de la cultura sin salir de su ciudad no 
					las tienen todas consigo, a pesar de que el Gobierno de la 
					Ciudad asegure que va a fomentar el arte local.  
					 
					Uno de los últimos conflictos en los que los diferentes 
					grupos locales se vieron envueltos ocurrió durante las 
					últimas fiestas patronales. La Subdirección General de 
					Festejos, con Salvador Jaramillo a la cabeza, rebajó en un 
					total de 400 euros el contrato por actuación con respecto a 
					la Feria del año pasado, por lo que se fijó en 800 euros. 
					Aún así, los grupos ceutíes se subieron al escenario y 
					ofrecieron su mejor repertorio, a fin de que la calidad de 
					la Feria no se viera mermada.  
					 
					En aquella ocasión, Jaramillo comentó que ya se estaba 
					trabajando en las Fiestas Patronales de 2012 y que la 
					intención iba a ser “no contar con artistas nacionales y 
					potenciar el arte caballa en la feria”.  
					 
					Sin embargo, no es suficiente “con buena voluntad”. Así lo 
					asegura uno de los artistas locales, en este caso vinculado 
					al mundo de la interpretación, César Martín, con cuya 
					compañía de teatro local se inaugurará la temporada teatral 
					del Revellín. Martín expresa lo difícil que es para 
					cualquier compañía teatral de Ceuta vivir profesionalmente 
					de sus espectáculos: “Nadie es profeta en su tierra, y salir 
					de Ceuta con toda la escenografía sale muy caro”.  
					 
					El actor reclama que el trabajo artístico se pague en 
					igualdad de condiciones que otros empleos: “Puedes hacer una 
					función gratis por cualquier causa, pero al final 
					necesitamos cobrar por nuestro trabajo porque si no, tenemos 
					que ganarnos la vida con otros trabajos y esto queda 
					relegado a una afición”. 
   |