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					Una empresa almeriense ha pedido permiso a las autoridades 
					de Marruecos para la construcción de una Estación Depuradora 
					de Moluscos en la provincia de Nador, que se dedicará a la 
					extracción, limpieza sanitaria y comercialización de 
					almejas, chirlas, coquinas y cañaílla, capturadas en aguas 
					norteafricanas por pescadores nativos. Después de varios 
					años de inversiones, conversaciones y tramitación de 
					permisos, se espera que las autoridades marroquíes concedan 
					de forma inminente la autorización a dicha empresa, según 
					publica el periódico digital elalmeria.es 
					 
					El rotativo señala que el proyecto ha sido puesto en marcha 
					por Francisco Rodríguez, un enamorado de Marruecos, conocido 
					popularmente como ‘Paco El Largo’ en Aguadulce y Roquetas de 
					Mar, quien fue concejal de Urbanismo con el Partido 
					Comunista en la época en que Juan Emeterio Martínez Romera 
					era alcalde de la ciudad. Al estar actualmente jubilado es 
					su familia quien regenta la empresa Gestoría Castrillón y 
					Rodríguez, dedicada a la importación y exportación de 
					productos marinos, encargada de hacer realidad este proyecto 
					nacido gracias a la cooperación hispano marroquí. Esta 
					sociedad ya importaba anteriormente pescado de países como 
					Senegal o Mauritania, entre otros, vía aérea, vendiendo las 
					capturas a grandes mercados de toda España. La complejidad 
					de las instalaciones y el estricto cumplimiento tanto de la 
					legislación del vecino país como de la Unión Europea ha 
					provocado que la consecución de los permisos definitivos se 
					demorara en el tiempo, teniendo que realizarse muchos viajes 
					al reino alauita para concretar el proyecto. Según el diario 
					elalmeria.es, hace poco Francisco Rodríguez recibió la 
					noticia de que el definitivo visto bueno marroquí puede 
					producirse al finalizar este verano. Por ejemplo una de las 
					condiciones para la puesta en marcha es el respeto 
					escrupuloso a la captura de piezas con la talla mínima 
					exigida, teniendo que devolver al mar aquellas que no 
					cumplan con este requisito de medidas legales. Precisamente 
					el hecho de devolver al mar las piezas que no cumplen con 
					las tallas mínimas asegura la continuidad de los caladeros 
					muchos años. 
					 
					que cuando los pescadores vuelven a la zona estas piezas ya 
					han crecido y se pueden pescar porque ya tienen la talla 
					exigida por la legislación. 
					 
					Requisitos 
					 
					Otro de los requisitos que ha tenido que cumplir la empresa 
					ha sido la presentación a las autoridades de un escrito 
					firmado por varios pescadores musulmanes de la zona 
					expresando la necesidad de concederle la licencia, puesto 
					que tanto de forma directa como indirecta se prevé la 
					creación de unos 120 puestos de trabajo en el vecino país. 
					Tanto las autoridades locales como los pescadores apostaron 
					por apoyar la iniciativa para impulsar la economía en la 
					zona, estimándose en unos 300.000 euros la inversión que se 
					pone en marcha.  
					 
					El citado periódico añade que esta pequeña empresa familiar 
					almeriense busca sin embargo algún socio capitalista 
					interesado que ayude en la financiación, para garantizar en 
					el futuro la viabilidad del complejo marino que se va a 
					construir en una zona portuaria. “Al tratarse de productos 
					perecederos hemos necesitado la realización de estudios por 
					parte de biólogos como José Juan Nogares, o el especialista 
					en comercio internacional Pedro Artero, y la implicación de 
					varios ministerios, por lo que el proceso de autorización ha 
					sido muy complejo. La tramitación ha sido muy lenta pero 
					Marruecos ha colaborado mucho y nos han prometido que vamos 
					a trabajar juntos. Cada vez están más abiertos al 
					empresariado español y es un país con mucho futuro donde no 
					hemos tenido ningún problema. Allí conozco a muchos 
					industriales y empresarios españoles, concretamente 
					almerienses”, afirma Francisco Rodríguez.  
					 
					La empresa comprará los productos a los pescadores nativos, 
					que utilizan el sistema de rastrillo para faenar, 
					encargándose a través de maquinaria propia de la depuración, 
					conservación, elaboración, etiquetado y venta de los 
					productos tanto en el mercado interior marroquí como en el 
					exterior. 
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