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OPINIÓN - JUEVES, 8 DE SEPTIEMBRE DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

El “chasco” de las bonificaciones: problemón
y falta de coordinación


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Decepción ciudadana general, tras las algaradas cuando fuimos testigos de cómo nuestros parlamentarios y el líder de la oposición, el socialista Carracao, presentaban en común la enmienda de las bonificaciones de la Seguridad Social aprovechando un vericueto dentro de la Ley de Reforma Agraria. Si bien la iniciativa de las bonificaciones ha sido un caballo de batalla del Gobierno del Partido Popular, no es menos cierto que, huyendo de intereses partidistas y con la vista enfocada hacia el interés general y los beneficios innegables que la medida supondrá para la ciudad, el líder de la oposición “se ha dejado el pellejo” en la defensa de la cuestión y no hablo en un sentido literal, hasta el punto de que todo parecía a nivel Senado “atado y bien atado” (luego siempre pasa que las ataduras se desatan de forma inexplicable). De hecho la enmienda ha sido rechazada.

Y la comparecencia de Carracao comenzó ayer con la afirmación de que había un “problemilla” con la enmienda. Fallo. No hay un “problemilla” sino un “problemón” porque el resultado de la pretensión ha sido negativo, por más que de inmediato se haya presentado un recurso del que ignoramos absolutamente todo, comenzando por la argumentación de las alegaciones y los fundamentos de Derecho y tampoco se tenía muy claro el plazo para la respuesta. Lógico si tenemos en cuenta que no se contaba con ninguna copia ni del escrito ni de la resolución recurrida, por lo que los medios asistentes tampoco pudimos acceder al documento para comprobar el hilo argumental y los fundamentos jurídicos que sustentan la interposición de ese recurso.

Lo cierto es que han sido los juristas del Senado quienes han decidido aplicar a la enmienda una determinada sentencia del Tribunal Constitucional que impide que se aúnen a la tramitación de leyes otras distintas de la materia de la ley tratada, es decir que los juristas han decidido interpretar y aplicar esa sentencia. Como podrían haber decidido interpretarla de otra forma distinta y afirmar que su aplicación era abiertamente improcedente y contraria a Derecho porque, de aplicar criterios analógicos, tanto la ley de Reforma Agraria como las bonificaciones de Ceuta participan del mismo contenido ya que ambas hacen referencia a la Seguridad Social por lo que la aplicación “de buena fe” de la analogía y una interpretación adecuada de la sentencia del Tribunal Constitucional (de esos que sentaron a Bildu en las instituciones) hubiera supuesto dar luz verde a nuestra enmienda.

Pero en algún momento de la tramitación ha habido o descoordinación o cortocircuito. Porque el Presidente del Senado no puede camuflarse tras el dictamen de unos juristas a sueldo que interpretan siguiendo el criterio que les indican, así que está visto que desde el Senado, Rojo no intervino en ningún momento para defender la total viabilidad y adecuación a las normas de las bonificaciones. Si el del Senado no ha cumplido con sus compromisos ni ha sido capaz de mantener sus criterios, que no se escude en dictámenes que no son vinculantes y que pueden modificarse, al igual que cualquier sentencia es susceptible de interpretación. Lógico el enfado del Partido Popular que ha reaccionado de manera fulminante con el recurso y normal su “chasco” ya que antes de la debacle todo habían sido promesas, compromisos y buenas palabras, pero las promesas y los compromisos se incumplen y de buenas palabras y de buenos propósitos con respecto a Ceuta, en el Palacio de la Asamblea tienen centenares de baúles llenos y cuando cogen mucho polvo los retiran los traperos. ¿Y prosperará el recurso? Eso es una incógnita hasta el punto de que algunos escépticos están firmemente convencidos de que en Madrid a nivel Gobierno han estado engañando a Carracao, de hecho el líder socialista es una figura emergente en el partido y a la cúpula de Ferraz “incluso” le gustaría colaborar en su lucimiento y predicamento. Los de Ferraz saben que José Antonio Carracao está volcado, empeñado y agobiado por sacar adelante la enmienda de las bonificaciones, pese a que sea una idea del Partido Popular, pero ¿por qué el Gobierno Central va a regalarle un “caramelo” de esa magnitud a sus rivales del PP?. Por un lado el compromiso con el socialismo ceutí y con la buena gestión de Carracao, pero por otro es muy duro, en estos momentos de crisis y de bajón para el PSOE a quien restan un par de meses en labores de gobernar y que van a salir con el rabo entre las piernas, “beneficiar” por la cara y hacer que tanto los Gobiernos de Juan Vivas como el de Imbroda se pongan la medalla por haber sido capaces de obtener un logro crucial para la economía de las ciudades autónomas. Y este tipo de trofeos se capitaliza en las urnas. Es decir, que sería bien capitalizado y amortizado en las urnas por parte de los Populares ¿Y está dispuesto el PSOE a favorecer de esa manera al PP? Los escépticos opinan que no. Que la cúpula socialista trata de quedar bien con el socialista ceutí a fuerza de palmaditas en la espalda, de hecho ayer habló con diferentes prohombres del PSOE madrileño, todos dispuestos y “volcados” con la iniciativa, como siempre dicen, pero del decir al hacer existe un largo trecho. El “regalo” es suculento en demasía y el hecho de proponer una “nueva formula” parece antes que nada otra tentativa por parte de Ferraz de no decepcionar abiertamente a su hombre en Ceuta.

La única vía, si existe la voluntad política por parte del Gobierno del PSOE de beneficiar a Ceuta que es territorio puro del PP, el recurso interpuesto puede resolverse en tiempo record y de manera favorable. Pero comenzar a estas alturas a tramar una nueva fórmula para presentar las bonificaciones ante el Congreso parece dos cosas: arduo y apresurado. “Chasco” generalizado y no obstante expectación atendiendo la resolución de un recurso que puede fallar en el sentido de que la vía utilizada para las bonificaciones ha sido la correcta y esa es la esperanza común para todos. Excluidos los escépticos que insisten en que a Carracaco le están “dando largas” y que nos están engañando a todos.
 

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

“Donde Cristo pegó las tres voces”


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Y les garantizo que cerca no está. Porque el nuevo y presumible emplazamiento de las ambulancias del 061 en el Hospital Universitario tiene todo el aspecto de un “más de lo mismo” en cuanto a la adopción de medidas de “parcheo”, siguiendo la dinámica de las instalaciones del 061 al completo en una especie de vagabundeo a lo largo de los años por la ciudad de Ceuta. Y sin haber puesto jamás el huevo ni sentado los reales en un emplazamiento que presente las características adecuadas para el servicio y que cumpla los criterios exigibles en cuanto a una relativa equidistancia con todos los puntos de la ciudad. Tampoco al parecer esta ubicación lejana y a trasmano va a ser la definitiva, apañarán malamente un recoveco en cualquier rincón, pondrán los vehículos, comenzarán las inevitables urgencias, las esperas se harán eternas y entre que la ambulancia llega al punto de llamada y regresa con el paciente da tiempo a que el enfermo se muera y que le incineren. Doble gasto y no me refiero a la presunta víctima de la tardanza, sino a las denuncias que se acumularán desde el momento en que se materialice la aprensión de que “la ambulancia viene de muy lejos y tarda mucho”. Y no digamos si como causa del retraso por la lejanía o por problemas de tráfico el enfermo o el accidentado ven empeorar su estado, denuncia o demanda según las apetencias del usuario y los temas judiciales suelen ser muy gravosos para las arcas públicas porque se fijan indemnizaciones de cuantía considerable.

Trasladar un servicio fundamental para la ciudadanía allá “donde Cristo pegó las tres voces” es el summun de la estulticia y la culminación de una cadena de desaciertos donde todos resultan perjudicados, el personal sanitario, los conductores y los usuarios. Porque por mucho de que se haga referencia a la apertura de un nuevo y amplio vial para acceder al Hospital no es tan solo cuestión de facilitar el acceso, sino de salvar las distancias y de nada sirve una buena carretera para salir o entrar en el centro hospitalario si la llamada de emergencia es justo en el Monte Hacho o en cualquier punto que suponga el tener que llegar callejeando y sorteando el tráfico. Como solución-resolución de “aquí te pillo aquí te mato” es auténticamente birriosa y no colma ninguna expectativa, muy por el contrario, parece proyectada para provocar a la ciudadanía y darle nuevos motivos de queja. ¿Es que van a decirme que en toda Ceuta no existen lugares idóneos y centrados desde el punto de vista geográfico para instalar al 061? Existir seguro que existen, pero lo que falta es legítimo interés y voluntad de localizarlos, así, iniciativas como esta del traslado a poco menos que el Monte Calvario, adquieren tintes de provisionalidad, por mucho dinero que cueste el acondicionamiento del lugar, más derroche y más agujero y para nada. Porque cuando las quejas y las reclamaciones alcancen un punto determinado se tendrá que enjaretar también de prisa y corriendo una solución alternativa para acallar las voces de protesta y paliar en parte las críticas. Y ya que quedan tres meses escasos antes del cambio ¿No sería mejor dejar las soluciones y las decisiones para los próximos? Y si el lugar es inhabitable que apañen oficinas céntricas y ocupen con las ambulancias las plazas de los buenísimos aparcamientos subterráneos que hay también en el centro de Ceuta. Al menos desde allí los vehículos no estarán tan alejados ni llegarán a atender a la parturienta cuando el niño esté celebrando su primer cumpleaños en un parque de bolas.Las prisas, las precipitaciones y la falta de claridad de ideas así como la ausencia de alternativas lógicas y estudiadas, son muy malas consejeras. Los errores se suceden, la gente se queja, las denuncias se acumulan en negro sobre blanco y letra redondilla y es perder el dinero a chorros. Así, instalándose donde Cristo pegó las tres voces lo que no se vaya en lágrimas se irá en suspiros.
 

 
OPINIÓN / SERPIENTE DE VERANO

“Respeto al uniforme”


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Esta “serpiente” va dedicada a los agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local y ni va dedicada a sus mandos y menos aún al Delegado de Gobierno, si ellos quieren una “serpiente” tendrán que hacer méritos. Algo que no es necesario exigir a los policías porque están ahí, a pie de calle, cubriéndonos las espaldas, protegiéndonos y poniendo los huevos (cuando les dejan y si les dejan) para cuidar de los buenos y derrotar a los malos. Ya saben, por causa del deber de “perseguir los delitos” que aparece reflejado en nuestro Código Penal. De perseguir los delitos y castigar, que no “apaciguar” al delincuente. En definitiva que si “pasan la mano y tragan” están incurriendo en un delito flagrante. Y esto viene a cuenta a raíz del calamitoso, indignante, ilícito y asqueroso incidente del que fui testigo presencial el pasado día 2 de septiembre, cuando una turba de delincuentes atentó, se resistió, desobedeció, insultó y amenazó gravemente a los policías que habían acudido por un tema de malos tratos. ¡Santos Serafines si llega a pasar en la Península! Ya comenté que me hubieran detenido hasta a mí por mirona y “oleora”, pero de la banda se llevaron tan solo a dos y tras superar la enconada resistencia que oponían. ¿Y el resto de delincuentes que habían incurrido en el delito previsto y penado en los artículos 550 y 551 de las Leyes Penales ?“Son reos de atentados los que acometan a la autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos, o empleen fuerza contra ellos, los intimiden gravemente o les hagan resistencia activa también grave, cuando se hallen ejecutando las funciones de sus cargos o con ocasión de ellas” ¿Las penas previstas en el artículo 551? De prisión de dos a cuatro años y multa de tres a seis meses. Pero del contingente de berracos tan solo se llevaron detenidos a dos y no llamaron al furgón para llevarse al resto para que se relajaran durante setenta y dos horas y luego ante el Juez y de allí a la puta cárcel porque nadie delinque impunemente en España. Aquí hay unas leyes que se tienen que respetar y al ser un país democrático se tiene la ventaja de que si no conviene el Ordenamiento Jurídico vigente siempre existe la opción de trasladarse a vivir a otros países. Pero en España “el uniforme se respeta” porque esos tíos vestidos de azul nos representan a todos y son garantes de nuestras libertades y no hay un español con honra que pueda permitir que se ataque sin consecuencias a quienes representan nuestro orden y nuestra seguridad. Y no crean que en la Península no hay rifirrafes, pero el tipo de delincuente es “más entero” tiene los huevos para liarla pero tiene idénticos huevos para que le majen a palos los guardias y cerrar el pico, esa es la política, si se es hombre para hacerlo se es hombre para apencar con las consecuencias y nada de victimismo, ni lloriqueos. En Sevilla llegan los furgones y no pía ni el canario, por prudencia, porque cada cual sabe en qué lugar está y la que le van a meter si se pasa un pelín. Nunca jamás en la Península los delincuentes que agredieron a los agentes se hubieran ido de rositas, porque el primer deber de los agentes es perseguir los delitos. ¿O es que para que la ley se cumpla el delincuente tiene que ser de Albacete? Malo y malo el babuino que le llegó a decirle a un guardia que cuando un criminal agarra a un policía por el pescuezo forcejeando como una fiera “no es atentado ni resistencia” no, eso es que el chorizo se ha enamorado del guardia y quiere darle un beso a tornillo ¿Se quiere ir usted a la mierda?
 

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