PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 10 DE SEPTIEMBRE DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Qué buen día amaneció ayer

Por Manuel Corral


Qué buen día amaneció ayer, qué luminosidad nada cegadora se colaba entre el gentío que abarrotaba las calles por Hadú, qué buena compañía que llevaba uno a rebufo del mercadillo de San José, ayer en crisis de puestecillos de género textil que no obstante suplían las mujeres musulmanas, vestidas algunas al estilo rifeño, revendedoras de fruta y productos de la huerta, atentas a su alrededor, como la liebre otea el peligro desde la cama en el terrón con un ojo abierto y el otro cerrado, no vaya a ser que los municipales les decomisen las ganancias del día, que chunga está la cosa y hay que alimentar la camada.

Qué buena compañía llevaba uno al lado, que me producía regocijo disimulado viendo cómo una cría graciosa luchaba por soltarse de la mano de su voluptuosa madre, quien más atenta a la compañía femenina de su vera, también jamona, no hacía más que recriminar a la pequeña que buscaba una y otra vez la sombra de los edificios, como luchando contra el sol picajoso que jugaba a calentarle la cabecita, pobre, de cuyos lados se descolgaban unas trenzas a lo Pipi Calzaslargas - le faltaba el caballo -. Y nada, la madre de armas tomar que le azuza: “Que te calientas, porque es verano”, “Que te mojas, porque es invierno”, “Vamos niña que “sufría” eres. Camina y calla ya que te soplo una..”

Adelanto rápido al trío no sea que me llueva a mí, por fisgón, una colleja de una de las manos de la poderosa dama y mira por dónde, un mejor encuentro me salva de la quema, que no del sol que, pelín celoso, se fija en mi nuca pegando de lo lindo. Que ya no sé si el sudor de mi cuerpo se debe al fuego del “huevo frito” o al sofoco tardío de haber salido indemne de lo anterior. Con razón la criatura se quejaba, yo nó porque no tengo a “naide” aquí a quien darle la badana. Ni falta que me hace, copón, que según está el patio...Anda ya. Solitario, tío raro, que te pareces al perro del hortelano…Mira que eres “saborío”.

Otra y mejor compañía caminaba ahora sí delante de uno, siendo una rubia espectacular, de buen porte y taconear, de muslamen tan recio y tostado por el sol que parecía una diva del cine (cual Penélope Cruz en moreno), y que seguía mis pasos –bueno, mejor yo los de ella- con determinación hacia un punto concreto, que, evidentemente y por mucho que me pesara, no era mi destino. Con un giro veloz y espectacular, como haciendo una finta tipo zigzag en la “chicán” – que para sí quisieran nuestros campeones Pedrosa y Jorge Lorenzo - dirige su monumental esqueleto hacia la escalera de una plazoleta con destino a quién sabe dónde, y claro, tan embelesado andaba uno, soñando sin soñar, cantando sin cantar, a punto de anudar el babero color de esperanza, que en éstas se cruza un perro que apenas alcanzaba un palmo del suelo y .. ¡Boum! Aterriza como puedas.. en el duro asfalto del acerado de Bermudo Soriano.

Un ágil salto para recomponer la figura del anonadado caminante, todavía me pregunto cómo de milagroso fue, y enviando una furtiva miradita en derredor …Nada, sólo el chucho que encima me ladra atreviéndose a sostenerme la mirada como con cachondeo, refocilándose de su acción y moviendo la cola como sólo lo saben hacer los perros machotes, retadores. ¡Como te pille, cacho…!

Con estas anécdotas varias y calenturientas vamos, por el clima digo, a poco llego a los postres de la exquisita comida que nos tenía preparada el bueno de Paco (del que hablaré con profusión y justicia no divina otro san viernes), al que, nerviosito perdido, le urge como de costumbre en este día visitar El Lusitano, que algo bueno allí lo deben dar, a juzgar por los ojillos de ratón colorao que pone, colmado de colonia y hecho un cromo como Dios manda.

Qué buen día amaneció ayer. Y cosa rara, no vino nadie a joderlo, ni los envidiosos, ni los pelotas, ni los nuevos ricos, menos aún los acreedores.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto