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					La Consejería de Seguridad Ciudadana no buscará ‘sustituto’ 
					para la Medalla de Oro de la Policía Local que ha sido 
					rechazada por el ex-consejero, Ramón Antón, con motivo de la 
					polémica surgida en torno a su asistencia a la ejecución del 
					anarquista Salvador Puig Antich, recogida entre los méritos 
					de su currículum y desmentida por el propio Antón, que lo 
					calificó de un “error de mala transcripción o 
					interpretación” por parte de la Consejería. 
					 
					Según explicó en declaraciones a este Diario el consejero de 
					Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Calderón, la renuncia 
					de Antón, a menos de un mes de la celebración de la 
					festividad del Patrón de la Policía Local, “no da tiempo a 
					plantearnos la concesión de otra medalla, porque eso lleva 
					un trámite que tiene que pasar por el Consejo de Gobierno, 
					la comisión y la Asamblea”. Puntualizó que el Reglamento de 
					la Policía Local no especifica el número de Medallas que 
					pueden otorgarse cada año. Por esta razón, la distinción que 
					inicialmente se iba a realizar a Ramón Antón no se considera 
					ya por la Consejería de Seguridad Ciudadana, que mantiene 
					las Medallas de Oro de la Policía Local a las plantillas de 
					Melilla de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Según 
					Calderón, estos dos cuerpos de seguridad merecen tal 
					distinción porque “son dos entidades extraordinariamente 
					colaboradoras por su estrecha vinculación y colaboración con 
					la Consejería de Seguridad Ciudadana y con la Policía 
					Local”. 
					 
					Estas dos Medallas de Oro del cuerpo municipal de seguridad, 
					junto con una quincena de distinciones a agentes de la 
					Policía Local, serán entregadas en un acto institucional que 
					se celebrará el 30 de septiembre en el Salón Dorado del 
					Palacio de la Asamblea. Calderón explicó que este evento se 
					celebrará un día después de la festividad del patrón, los 
					Ángeles Custodios, con el objeto de que caiga en viernes y, 
					de este modo, darle “el realce que se merece este acto”. 
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