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					El Centro de Profesores y Recursos de Ceuta ha dado a 
					conocer las conclusiones del III Congreso Internacional 
					‘Nuevas Tendencias de la Formación Permanente del 
					Profesorado’ que se ha venido desarrollando durante los días 
					5, 6 y 7 de septiembre en Barcelona y en el que se han 
					entrelazado de manera significativa los modelos, 
					orientaciones y aportaciones teóricas que actualmente rigen 
					la formación permanente del profesorado. 
					 
					Durante los días 5, 6 y 7 de septiembre una representación 
					del Centro de Profesores y Recursos de Ceuta se ha 
					desplazado a Barcelona para asistir al III Congreso 
					Internacional “Nuevas Tendencias en la Formación Permanente 
					del Profesorado”, organizado por el Instituto de Ciencias de 
					la Educación (ICE) de la Universidad de Barcelona y con la 
					colaboración del Instituto Estatal de Desarrollo Docente e 
					Investigación Educativa (IDDIE). Este congreso ha permitido 
					el intercambio de experiencias y vivencias entre 390 
					profesionales de la educación procedentes de 15 países 
					–entre los que destacan México, Brasil, Argentina, Chile, 
					Uruguay, Francia y Alemania- y, dentro del ámbito nacional, 
					de 15 Comunidades Autónomas y Ceuta. 
					 
					El congreso, cuyo lema central ha sido el análisis de las 
					“Políticas y modelos de formación permanente”, se ha 
					caracterizado por acoger y entrelazar de manera 
					significativa los modelos, orientaciones y aportaciones 
					teóricas que actualmente rigen la formación permanente del 
					profesorado, su planificación y gestión, destacándose que 
					pese a que existen contextos educativos muy diversos, 
					también se observa un elemento común que globaliza y 
					centraliza la finalidad educativa: la justicia social. 
					 
					Las experiencias y reflexiones procedentes de las 
					investigaciones presentadas desde numerosos países en forma 
					de conferencias, mesas redondas y talleres coinciden, 
					independientemente de sus contextos educativos particulares 
					y específicos, en que existen unas líneas de trabajo 
					comunes.  
					 
					A este respecto se ha resaltado que el éxito socioeducativo 
					llegará de la mano del trabajo conjunto de toda la sociedad. 
					Por este motivo, se destaca que desde la misión tradicional 
					del profesorado (transmisión de conocimientos) se va 
					avanzando hacia una educación para todos y todas (educación 
					inclusiva), para lo cual se hace necesaria una 
					concienciación social que conlleve la intervención de todos 
					los agentes educativos y políticas con un enfoque integral 
					de la educación, ya que la finalidad de la educación no es 
					otra que la de dar sentido a la tarea de formar ciudadanos y 
					ciudadanas capaces de vivir en la sociedad actual y en la 
					del futuro, así como contribuir a la construcción de una 
					sociedad más justa y solidaria.  
					 
					Por otro lado, las cuestiones de tipo metodológico pasan a 
					un segundo plano y es más importante dar sentido a las 
					tareas, tener confianza en la capacidad del alumnado y 
					conocer acciones exitosas. Entre estas acciones se destaca 
					centros escolares con un proyecto compartido, un “para qué”, 
					un “sueño” común consensuado entre padres y madres, alumnado 
					y docentes; un compromiso con la mejora de resultados y con 
					el éxito de todos y todas; y una formación permanente del 
					profesorado de un centro y de las familias y la comunidad en 
					equipo, a través de la práctica reflexiva, destacándose que 
					los proyectos compartidos que involucran a todo el centro y 
					que fomentan el trabajo colaborativo son los más exitosos. 
					 
					Finalmente, aún existen retos que alcanzar u objetivos que 
					se encuentran en periodo de desarrollo: la potenciación de 
					redes profesionales internacionales; la alfabetización 
					digital de todo el profesorado; la formación contextualizada 
					en los centros (con sus tiempos correspondientes para la 
					formación, la reflexión, la evaluación de la práctica); la 
					evaluación no sólo de la satisfacción del profesorado, sino 
					de la incidencia de la formación en los resultados 
					académicos; la formación de equipos directivos para la 
					gestión pedagógica; formación de los equipos de 
					asesoramiento, entre los que se encuentra el CPR de Ceuta, 
					para desempeñar el papel de colaboradores en los procesos 
					formativos de los docentes de un centro. 
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