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					El personal vigilante de seguridad clamaba ayer noche por 
					algún remedio que haga compatible su labor con, 
					precisamente, la seguridad. “Estamos indefensos cuando se 
					produce alguna algarada”, aseguran desde la indignación tras 
					el ‘penúltimo’ incidente vivido anoche en el Centro de 
					Estancia Temporal de Inmigrantes. 
					 
					“El problema radica en que algunos no cumplen las normas que 
					la mayoría respeta... se enfrentan a nosotros y logra que 
					varias decenas le apoyen”, asegura uno de los ocho 
					vigilantes que, por turnos, trabajan en el CETI. Eso es lo 
					que ocurrió anoche. “No permitimos a uno de ellos acceder al 
					comedor por estar fuera de hora... y se lió”. 
					 
					Lo que, en anteriores ocasiones, había sido un simple 
					conato, ayer noche fue a mayores. El resultado de la 
					trifulca en el que algunos vigilantes fueron acogotados por 
					unos setenta inmigrantes fue de tres lesionados (dos 
					vigilantes y un residente). 
					 
					“Esto es un sinvivir, se pretende que sólo ocho personas 
					controlemos a 700 y en ocasiones como la vivida es del todo 
					imposible, te la juegas... cualquier día ocurrirá algo más 
					grave y querrán poner remedio, pero ya será tarde”, denunció 
					en EL PUEBLO este trabajador. “Sabemos que la Policía llega 
					cuando ocurren algaradas, pero entre que pasa y llegan para 
					actuar pasan unos minutos que se hacen eternos y puede 
					ocurrir cualquier cosa”, asegura. 
					 
					En en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, una 
					olla a presión, conviven subsaharianos y argelinos. Entre 
					los primeros, francófonos y anglófonos sólo se soportan, y 
					los magrebíes por su parte ponen la nota discordante. No se 
					llevan bien. 
					 
					De hecho, un grupo de argelinos se unieron a la algarada 
					iniciada por un susbahariano contra los vigilantes, 
					secundado por varias decenas más para enfrentarse entre 
					ellos. El incidente se calmó cuando llegaron 50 policías. 
					 
					“Esto no le importa al Gobierno de España -decía otro 
					vigilante-. Aquí se acoge, se acoge, pero luego ni saben ni 
					quieren saber lo que ocurre dentro de estos centros”. 
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					Medio centenar de policías, entre Nacionales y  
					Locales se presentaron en las instalaciones 
					Una llamada de alerta desde el 
					CETI en torno a las 21:30 horas movilizó a todas unidades 
					libres y operativas para atender y dar respuesta al aviso de 
					algarada en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrante. 
					Unos 14 agentes de la Unidad de Protección y Respuesta en 
					sus furgones y una decena más de agentes en sus ‘zetas’ 
					radiopatrullas se presentaban en el lugar ya ataviados y 
					pertrechados con material antidisturbios. Al mismo tiempo y 
					para dar cobertura a la acción del Cuerpo Nacional de 
					Policía, nueve ‘zetas’ de la Policía Local y dos furgones, 
					uno de ellos con un grupo de la UIR respaldaron la actuación 
					haciéndose presentes, también pertrechados con cascos, 
					porras y escudos. El CETI fue tomado literalmente por una 
					elevada presencia de las fuerzas de seguridad con la que se 
					logró calmar la situación. Sólo un elevado grupo de unos 
					setenta se habían levantado pero depusieron su actitud ante 
					los agentes. En el resto de la instalación reinaban cierta 
					normalidad. Unos charlando cerca de sus módulos, otros 
					viendo el partido de ‘Champions’ que daban por la tele. 
					Sobre las 22:45 horas todo estaba ya en calma. 
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