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OPINIÓN - DOMINGO, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACION

La Disartria: Clasificación y tratamiento

Por Asociacon Psicopedagogia de Ceuta


Disartria Espástica:

Es una lesión localizada en la neurona motriz superior. El aumento del tono de los músculos laríngeos acarrea un estrechamiento de la apertura laríngea, así como un incremento de la resistencia al flujo de aire. Los pacientes emiten frases cortas, la voz es ronca, tono de voz bajo y monótono. A veces se producen interrupciones tonales o de respiración. Es característico que la articulación de las consonantes sea poco precisa, pudiendo incluso distorsionarse las vocales. También muchos pacientes presentan hipernasalidad.

Disartria Flácida:

Es una lesión localizada en la neurona motriz inferior. La voz se torna ronca y el volumen es bajo. Se pueden notar características adicionales como respiración jadeante, frases cortas, y sonido al aspirar. Al haber una parálisis del músculo elevador del paladar y de los músculos constrictores de la faringe, se produce una hipernasalidad a la hora de hablar. La distorsión de los fonemas variará según las estructuras articulatorias implicadas.

Disartria Atáxica:

Es una lesión localizada en el cerebelo. Aspereza de la voz y monotonía en el tono con pocas variaciones de intensidad. También se puede observar temblor de la voz. Poca definición consonántica y distorsión vocálica. Prolongación de los fonemas y del espacio entre ellos.

Disartrias por lesiones del sistema extrapiramidal:

El sistema extrapiramidal es parte del paleoncéfalo, destacando entre sus funciones las siguientes:

• Regulación del músculo en reposo y de los músculos antagónicos cuando hay movimiento.

• Regulación de los movimientos automáticos.

• Adecuación de la mímica facial y las sincinesias ópticas.

Las lesiones en el sistema extrapiramidal pueden provocar dos tipos de disartrias.

- Disartria Hipocinética:

Característica de la enfermedad de Parkinson.

Se manifiesta en movimientos lentos, limitados y rígidos, movimientos repetitivos en los músculos del habla, voz débil, articulación defectuosa, falta de inflexión (cambio del tono o del acento de la voz), frases cortas, falta de flexibilidad y control de los centros faringeos.

- Disartria Hipercinética:

Todas las funciones motrices básicas (respiración, fonación, resonancia y articulación) pueden estar afectadas. Entre los trastornos más característicos de la hipercinecia tenemos:

• Córeas: Se caracteriza por movimientos involuntarios e irregulares, lentos o rápidos de uno o varios músculos. Tono muscular bajo y trastornos de la coordinación. Los pacientes manifiestan alteraciones en el habla, hiperdistorsión de vocales y utilización de frases cortas. Producción oral irregular y gramática afectada.

• Atetosis: Se caracteriza por presentar movimientos involuntarios y lentos en la articulación. Problemas respiratorios y de fonación (voz áspera), habla distorsionada y tono monótono.

• Temblor: A veces hay interrupciones en la emisión de la voz.

• Distonía: Se caracteriza por alteraciones prosódicas. Disminución en la altura tonal, inspiraciones audibles y temblor de la voz.

Disartrias Mixtas:

Corresponde a la más compleja de las disartrias, en los casos en que la estructura del defecto abarca más de un síndrome toma el carácter de mixta.

1. TRATAMIENTO

La disartria se produce cuando se daña la parte del cerebro que controla el habla, lo cual afecta el funcionamiento de los músculos necesarios para producir ciertos sonidos. Un logoterapeuta (especialista en la rehabilitación del habla) determinará de qué manera la disartria está afectando el habla del paciente y establecerá un programa de rehabilitación para mejorar los problemas detectados.

El tratamiento debe ser precoz e integral.

Precoz, sin confundir la disartria funcional con la evolutiva. Si pasados los 4 ó 5 años, el defecto no se atiende debidamente, “el defecto se afianza, los órganos fonatorios pierden plasticidad y su corrección se hará cada vez más costosa. Por otra parte, dejar que persista la incorrecta pronunciación supone entorpecer el desarrollo psíquico del niño, con los consiguientes problemas que esto le puede traer y el retraso del proceso escolar”.

Integral, en el sentido de que trasciende la mera rehabilitación logopédica de la dificultad de expresión tratando de conseguir un desarrollo neurológico y psíquico completo. “El trastorno lingüístico, en especial si es severo, repercute en las características y reacciones psicológicas del niño, pudiendo llegar a motivar serios problemas de personalidad y adaptación, como a la inversa, estos problemas, en algunos casos, pueden dar origen a trastornos del lenguaje. Tanto en una como en otra situación, es preciso, junto al tratamiento general encaminado a la ordenación y reeducación del lenguaje, llevar a cabo un tratamiento de psicoterapia, cuando esto se vea necesario, para así, con una labor conjunta y pluridimensional, lograr la integración total de la persona” .

La disartria, como trastorno articulatorio es succidiaria de recibir tratamiento funcional similar al de las dislalias, con las consideraciones particulares que exija el síndrome neurológico en el cual se inscriben.

Dentro de las líneas generales de tratamientos en estos desórdenes, se utilizan el empleo de ejercicios funcionales que tengan como base:

• La utilización de articulaciones o cualidades de la articulación, que lleven implícito el esqueleto funcional del fonema afectado.

• Los movimientos biológicos, que incluyen también similares bases de funcionalismo.

Además, se pueden adicionar ejercicios que algunos autores llaman prearticulatorios o de gimnasia articulatoria, los que consisten en una diversidad de métodos (masajes y ejercicios de fortalecimiento), que facilitan una mejoría de la motricidad general de los órganos del aparato articulatorio.

Existen evidencias clínicas y científicas, luego de estudios en grupos de pacientes, que reportan e ilustran la efectividad en el tratamiento de las disartrias en general, teniendo en cuenta el apoyo individual del paciente y de su familia, aplicando diferentes tipos de tratamientos. Otros agregan la influencia de factores como la edad, la inteligencia y la personalidad de los pacientes, considerando en todos los casos que el pronóstico está en dependencia de las características de la afección neurológica de base.

2. CÓMO AYUDAR AL PACIENTE

El habla, al igual que cualquier tipo de habilidad, mejora con la práctica. Intente seguir estos consejos:

• Practique la pronunciación de palabras y sonidos con el paciente.

• Recuerde al paciente que hable despacio para darse tiempo de producir todos los sonidos que forman cada palabra.

• Pídale al paciente que repita las palabras que no entiende.

• Trate de no hablar por el paciente, a menos que sea necesario.

• Reaccione positivamente cada vez que el paciente intente hablar.

3. CUIDADOS EN EL HOGAR

Cuando una persona presenta disartria, se la debe estimular para que hable lentamente y se le recomienda que gesticule con las manos cuando sea necesario. La familia y los amigos deben permitir que estas personas se tomen el tiempo suficiente para lograr expresarse. De ser posible, se deben suspender los medicamentos que están causando el problema y se debe minimizar el consumo de alcohol.

En los casos de afasia, puede ser necesario que los miembros de la familia brinden a la persona afectada frecuentes recordatorios de orientación (como qué día es), ya que luego de iniciarse la afasia, se presenta desorientación y confusión.

Es importante brindarles un ambiente relajado y calmado donde los estímulos externos se mantengan al mínimo.

Es recomendable hablarles en un tono de voz normal (esta afección no es un problema auditivo ni emocional), usar frases simples para evitar malos entendidos y no suponer que la persona afectada está entendiendo. La frustración, la irreverencia y la depresión son las respuestas características de las personas que sufren de afasia.

De ser posible, se deben suministrar las ayudas de comunicación necesarias, dependiendo de la persona en particular y la condición.
 

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