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OPINIÓN - DOMINGO, 25 DE SEPTIEMBRE DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Una Ceuta singular

Por Luz Elena Sanín


El texto final de la ponencia de estudio sobre las especificidades de Ceuta y Melilla y su situación ante la U.E. es el resultado de una apuesta decidida del Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta que puso en ello todo su empeño para que se reconociese en las Cortes Generales de España la singularidad de los dos ciudades autónomas pese al escepticismo de algunos.

No es en modo alguno “un simple documento político” como alguien ha dado en llamarlo; un documento político puede ser un manifiesto o panfleto que emane de una agrupación política incluso sin representatividad. El informe final de esta ponencia es mucho más que eso al ser aprobado por todos los grupos parlamentarios de las Cortes Generales de España incluyendo a los grupos nacionalistas que han brindado todo su apoyo para que Ceuta y Melilla tengan el status jurídico político que les corresponde ante el Estado y ante las instituciones de la U.E. Y será como no puede ser de otra forma, la piedra angular en la que habrán de sostenerse las medidas que en un futuro se adopten en el desarrollo de sus conclusiones.

La regiones periféricas representan una realidad geográfica y económica diferente al resto de las regiones europeas en razón de su aislamiento del continente europeo, de su reducida superficie, de la escasez de recursos naturales y energéticos y de su elevada densidad demográfica, que como condicionantes permanentes sumados a la fuerte presión migratoria y a los costes adicionales de abastecimiento y de comercialización, constituyen un importante freno para el desarrollo, la competitividad y el empleo.

No obstante y como bien se ha dicho, las desventajas estructurales derivadas de unos condiciones que les son persistentes, “se han de convertir en oportunidades” que nos permitan alcanzar la convergencia económica y social hacia niveles comunitarios reduciendo, minimizando y compensando los efectos negativos de su periferia. Y han sido los grupos parlamentarios todos sin excepción, los que han reconocido las singularidades de las dos ciudades autónomas dentro del marco de la “PONENCIA DE ESTUDIO SOBRE LAS ESPECIFICIDADES DE LAS CIUDADES DE CEUTA Y MELILLA Y SU SITUACION ANTE LA U.E.” priorizándolas para que sean reconocidas y compensadas de forma estable por el Estado y por las instituciones de la U.E. de tal forma que nos permita seguir actuando en igualdad de condiciones, derechos y oportunidades que el resto de las regiones.

El Estado en el marco de las relaciones con la U.E. ha de trasladar en su día y ante las instituciones de la U.E. las conclusiones finales de esta ponencia, negociar y exigir el tratamiento diferenciado y singular ya reconocido por todos los grupos parlamentarios de ambas cámaras representados en la COMISIÓN MIXTA PARA LA UNIÓN EUROPEA y consecuente a ello, asegurar que en las perspectivas financieras 2014-2020, la financiación de las nuevas competencias que asigna a la Unión Europea el Tratado de Lisboa y los proyectos y acciones que se deriven de la estrategia 2020 como estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, se pongan en marcha y se garantice a ambas ciudades un status preferencial en “las dotaciones de los fondos estructurales y en la normativa de ayudas de Estado que garanticen la continuidad de los procesos actuales de convergencia económica y social y la prestación de servicios y suministros básicos en niveles de calidad y precios iguales a los del resto de España” en razón de sus especificidades y ser las dos únicas fronteras terrestres de la U.E. con África.

Es necesario pues, abogar por una mayor flexibilidad en materia de políticas de cohesión para que se diseñen e introduzcan estrategias que compensen aquéllas regiones que deben abandonar el Objetivo de Convergencia por haber superado su renta per cápita el 75% de la media europea y adaptar los criterios de reparto de los fondos de la política de cohesión en coherencia con los objetivos de la estrategia Europea 2020 dando mayor importancia al desempleo e introduciendo otros factores para el reparto de fondos. Y como no puede ser de otra forma, modular la distribución de los recursos dentro del objetivo de competitividad teniendo en cuenta el distinto nivel de desarrollo de las regiones.

Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla hacen parte de la U.E. desde el ingreso de España a la CE en 1986 y por ende, difícilmente puede justificarse que sean los dos únicos territorios españoles no representados en la principal institución de la U.E. en el ámbito de la política regional comunitaria si se entiende “la gobernanza multinivel como la acción coordinada de la Unión, los Estados miembros y los entes regionales y locales, basada en la asociación y destinada a elaborar y aplicar las políticas de la U.E”. Y no lo están, por falta de voluntad política del Gobierno Central incapaz de velar y defender el derecho de ambas regiones a participar en el proceso de integración europea al igual que lo hacen las 95.000 entidades territoriales que ostentan poderes de primer orden en sectores claves como la educación, el medio ambiente, el desarrollo económico, los transportes, los servicios públicos y las políticas sociales etc coadyuvando en los distintos campos y entre los distintos niveles de poderes a la integración europea reforzando la eficacia de la acción comunitaria para que sin exclusión, llegue a todas sus regiones. Y precisamente será el “informe” final de la ponencia, el instrumento más eficaz para que ambas ciudades dentro de la responsabilidad compartida entre los diversos niveles de poder, participen en la elaboración y aplicación de las políticas de la U.E. una vez ocupen el lugar que les corresponden en el Comité de las Regiones.
 

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