| 
                     Es un hecho fehaciente que las 
					Cortes han estimado que las cirunstancias de Ceuta son 
					especialmente singulares. A nadie escapa ya el que la poca 
					extensión geográfica, la alta densidad, los escasos 
					recursos, la extrapeninsularidad y el hecho fronterizo son 
					sólidos argumentos por los que el Estado y la Unión Europea 
					deben mirar. No existe ningún territorio de España, salvo 
					Melilla, con tan específica situación y, más allá de niveles 
					porcentuales de mayor o menor riqueza por los que Europa 
					mide fríamente, necesitan de un trato de excepción por la 
					naturaleza de lo que padece. Sin embargo, de esas 
					circunstancias hay que saber sacar provecho dadas las 
					potencialidades ciertas que posee un territorio como el 
					nuestro, en la puerta del Mediterráneo y salida al 
					Atlántico, y en la divisoria de Europa y un norte de Africa 
					emergente. Ahí debe residir la clave de los esfuerzos para 
					desarrollar la economía interna y dinamizarla. 
   |