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					La Guardia Civil acudió ayer hasta donde se encuentra 
					ubicada la Almadrabeta para comprobar que las embarcaciones 
					que están allí de forma fija se encontraban bien sujetadas y 
					no existía el peligro de que se fueran a la deriva debido a 
					los envites del agua provocados por el temporal. Una 
					actuación puntual que los agentes de la Guardia Civil 
					prestan cuando una embarcación puede tener problemas.  
					 
					El fuerte temporal de viento que ha dominado el Estrecho 
					este fin de semana hizo temer por la sujección de los barcos 
					de la Almadrabeta que se encuentra frente a la playa de El 
					Chorrillo. Por ello, la embarcación de la Guardia Civil se 
					desplazó ayer hasta donde están ubicadas las barcazas con 
					las que se pesca en la costa ceutí para comprobar que su 
					sistema de sujección aguantaría la fuerza del viento. Y es 
					que, si una de estas embarcaciones se soltara iría a la 
					deriva por el mar.  
					 
					Esta actuación se trató de una intervención puntual de la 
					Guardia Civil, que en ocasiones como esta acude para prestar 
					labores de apoyo o auxilio a embarcaciones que se encuentran 
					con problemas en medio del mar en caso de temporal.  
					 
					Seguridad máxima 
					 
					La Almadrabeta, que comenzó a funcionar antes del verano, 
					está formada por varias barcazas desde donde se echan las 
					redes para capturar especies como la melva, el bonito o la 
					caballa. Estos barcos permanecen en su posición todo el día, 
					ya que no se devuelven a puerto cuando acaba la actividad 
					pesquera, de ahí la importancia de asegurar que el temporal 
					y los envites del mar no acaben por soltar las amarras y que 
					las embarcaciones se vayan a la deriva en mitad de la noche 
					y se las pierda de vista.  
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