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                     Sentía verdadera curiosidad por 
					conocer el nombre del autor del panfleto titulado 
					“indignados. Y mire usted, por donde, que voy y me entero 
					del nombre del personaje en cuestión, se llama Stéphane 
					Hessel que, por cierto, está a punto de cumplir 94 años. 
					 
					El personaje tiene un dilatado historial. Nació en Berlín, 
					hijo de un escritor y traductor judío y de una pintora vio 
					entrar en su casa a grandes figuras de la literatura. Él 
					mismo considera como un hecho fundamental de su vida su paso 
					por la Organización de Naciones Unidas, como responsable del 
					gabinete del secretario adjunto a la ONU, participando en la 
					redacción de la Declaración Universal de los Derechos 
					Humanos. 
					 
					Todo esto más las dos veces que estuvo a punto de no 
					contarlo, no sería suficiente para conocer al personaje, ni 
					estaríamos hablando de él si en 2010 no hubiese escrito un 
					pequeño libro de apenas 30 páginas, personalmente creo que 
					es un simple panfleto, llamando a la juventud francesa a la 
					insurrección pacífica contra los abusos del poder económico. 
					 
					Este pequeño libro de apenas 30 páginas, personalmente creo 
					que es un panfleto, lo titulo “Indignaos” que se vendía a 
					tres euros y que en poco tiempo había vendido un millón de 
					ejemplares. En España ya lleva vendido más de 500.000 
					ejemplares, y lo que te rondaré morena del alma mía. 
					 
					NI él mismo se explica el éxito de este panfleto de apenas 
					30 páginas cuando dice. “Yo creía que esta generación no 
					estaba tan preparada para indignarse como la mía. Cuando 
					escribí el libro pensé que no llegaría más que a una minoría 
					de gente crítica”. 
					 
					NI él mismo, como hemos dicho, se creía que el panfleto 
					hubiese conseguido ese record de ventas. Pero así ha sido 
					para su satisfacción, y para la satisfacción de cerca de dos 
					millones de jóvenes que han seguido las directrices que les 
					marcaba el panfleto. 
					 
					Uno, ante la repercusión que ha tenido el panfleto, se 
					pregunta a qué conclusiones nos lleva el seguir sus 
					directrices. Pues si todo consiste en hacer acampadas y 
					alguna que otra marcha protestando, atacando a los Cuerpos y 
					Fuerzas de Seguridad del Estado, incumpliendo las leyes que 
					nos dimos todos los españoles en nuestra Constitución y 
					llenar las plazas donde hacen las acampadas de mierda. Ya me 
					contarán para qué vale el panfleto, 
					 
					Resulta curioso que haya sido en los países democráticos, 
					donde más manifestaciones hayan existido de estos llamados 
					“Indignados”. Cuando, precisamente, si algo se quiere 
					cambiar en estos países, se tiene la solución el día de las 
					votaciones en las urnas. 
					 
					Curiosos que en los países donde hay dictaduras férreas, 
					donde más juventud está “indignadas” por la falta de 
					derechos y libertades de esos países, no haya existido ni un 
					sólo “indignado”, ni una mala acampada en las plazas de las 
					principales ciudades, ni una mala manifestación de protesta. 
					A igual que es curioso que el personaje autor del panfleto, 
					no haya ido a visitar a los jóvenes “indignados” de esos 
					países. 
					 
					O es qué en esos países, de dictaduras de izquierdas, no hay 
					nadie “indignado” contra los gobiernos de Fidel, Hugo o Evo. 
					Perdón, no me acordaba de que el autor del panfleto es un 
					reconocido hombre de izquierdas, que participó en la 
					redacción de la Declaración Universal de los Derechos 
					Humanos. ¡Anda que no se cumplen esos derechos en los países 
					de estos tres dictadores! 
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