| 
                     
					El Instituto de Educación Secundaria (IES) ‘Tierno Galván’, 
					de Madrid, ha sido escenario de un nuevo conflicto 
					relacionado con el uso del velo islámico en las aulas. En 
					esta ocasión se trata del caso de una niña española, hija de 
					un ceutí, que afirma haberse puesto el ‘hiyab’ por voluntad 
					propia y que fue expulsada de un examen. Su abogado 
					argumenta que a la menor se la reconoce y la Consejería de 
					Educación, que la norma a seguir son los reglamentos 
					internos de cada centro. 
					 
					Una joven de 14 años fue expulsada hace unos días de un 
					examen y, en ese momento también del instituto público en el 
					que estudia en la Comunidad de Madrid, el IES ‘Tierno 
					Galván’, por su negativa a quitarse el ‘hiyab’ (velo 
					islámico), que según la información de la agencia Europa 
					Press, ha decidido llevar desde hace unos meses por su 
					propia voluntad. El abogado que lleva su caso, Iván Jiménez 
					Aybar, experto en la materia y conocido por llevar también 
					las historias de otras jóvenes que han vivido situaciones 
					parecidas, como hace un par de años, el de la joven Nawja, 
					de Pozuelo de Alarcón, ha explicado a Europa Press que 
					cuando ocurrió el percance, la alumna fue expulsada pero que 
					ahora sigue yendo a clase a la espera de que el claustro 
					tome una decisión. 
					 
					La estudiante es española, su padre es de Ceuta y pese a que 
					su madre no ha llevado el ‘hiyab’ ella decidió este verano 
					“sin ser forzada” empezar a utilizar esta prenda. Cuando 
					acudió al examen, el profesor de la materia le pidió que se 
					lo quitara, porque le cubría las orejas, y no está 
					permitido, dado el incremento de casos de alumnos que acuden 
					con dispositivos electrónicos para copiar en estas pruebas. 
					 
					El abogado ha enviado un informe a la directora, que se 
					repartirá en el claustro de docentes, en el que se explica 
					que es posible que la joven lleve el velo porque se la puede 
					reconocer. En la normativa del centro se prohíbe que se 
					lleve cualquier prenda que dificulte la identificación del 
					alumno, según Jiménez Aybar. 
					 
					Frente a ello, a juicio del abogado, los profesores, que son 
					los que valoran si se puede llevar o no el ‘hiyab’, se 
					tienen que remitir a lo que el Ministerio de Interior ha 
					establecido para la identificación: se puede lleva el 
					‘hiyad’ en el DNI siempre que dejen al descubierto los 
					rasgos identificativos (desde nacimiento de pelo hasta el 
					mentón). 
					 
					En el caso de la joven, su abogado considera que como se 
					dejan al descubierto estos rasgos identificativos que marca 
					el Ministerio, “necesariamente en el centro se tienen que 
					regir” por lo que dice la Administración. En este caso, el 
					centro desconocía esto y está valorando la situación, por lo 
					que Jiménez Aybar confía en que haya posibilidad de que el 
					caso no vaya a más y la joven pueda ir a clase con el velo. 
					 
					“El asunto está muy claro”, ha considerado el letrado, quien 
					ha señalado que desde la dirección del centro están 
					recibiendo un “trato exquisito”. En este punto, ha añadido 
					que hay “muchos casos” similares que no “salen a la luz”. 
					“El asunto es más grave de lo que parece, pues los 
					musulmanes, como no conocen sus derechos, en cuanto le dicen 
					que no se pueden matricularse en dicho IES se buscan otro”, 
					ha lamentado. 
					 
					Reglamento de los centros 
					 
					El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo 
					Canalda, ha abierto un expediente sobre el caso de la joven. 
					Canalda ha explicado que el padre de la joven “se puso en 
					contacto con la institución”, que a su vez, contactó con la 
					Consejería de Educación, que ha informado de que, “como 
					suele ocurrir en estos casos, es el reglamento de régimen 
					interior el que marca la posibilidad o no en el centro de 
					que los niños lleven o no cubierta la cabeza”. 
					 
					“En este caso concreto, además, parece que la niña está 
					yendo a clase y el padre ha puesto en marcha una denuncia en 
					la comisaría”, ha continuado Canalda, quien ha señalado que 
					esto es un hecho “muy relevante”, pues no puede intervenir 
					“cuando se judicializa un tema”. 
   |