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					El presidente de Coalición por Melilla (CPM), Mustafa 
					Aberchán, ha considerado un hecho “muy grave” la supuesta 
					investigación realizada sobre agentes del Cuerpo Nacional de 
					Policía de religión musulmana por parte de los servicios de 
					información de la Guardia Civil, por si pudieran estar 
					vinculados con el islamismo radical, como publicó el pasado 
					domingo el diario ‘El País’. En declaraciones a MELILLA HOY, 
					Aberchán ha señalado que ha esperado varios días a que la 
					Delegación del Gobierno, y la Ciudad Autónoma “tomaran 
					cartas en el asunto” sobre esta cuestión, y viendo, señala, 
					que no han adoptado medidas como exigir responsabilidades. 
					 
					Mustafa Aberchán no oculta su malestar por una información, 
					la de la investigación a agentes de la Policía Nacional 
					musulmanes por si fueran islamistas, porque sostiene que 
					ello crearía un precedente “muy peligroso”, ya que la 
					condición religiosa de un funcionario de los Cuerpos y 
					Fuerzas de Seguridad del Estado podría ser por si solo 
					motivo de sospecha. 
					 
					El máximo responsable de CPM considera que la gravedad de lo 
					que ha trascendido, tras la información publicada por ‘El 
					País’, va en dos direcciones. Por un lado por lo que 
					concierne a la Comisión Islámica de Melilla (CIM), “una 
					asociación legal y registrada en el Ministerio de Justicia”, 
					y a cuyos congresos asistió el agente presuntamente 
					investigado, y por otro lado, las pesquisas sobre el agente 
					de la Policía Nacional “por ser de religión musulmana”. 
					 
					“Nos parece que la agresión con la que se arremete es de una 
					preocupación tan grave que tanto la Ciudad como la 
					Delegación del Gobierno deberían actuar de forma 
					contundente, uno porque no se nos debe escapar que el PP 
					tiene vocación de Gobierno y otro porque está gobernando y 
					por lo menos debería estar protegiendo a sus agentes y lo 
					que es el denominador común de la libertad religiosa que 
					ampara la Constitución”. 
					 
					En este sentido, subrayó que no le parece de recibo que a un 
					trabajador de la seguridad se le investigue fuera de su 
					servicio por “si va a un congreso de la CIM, al cine, al 
					parque o donde le corresponda, y no cabe mirar hacia otro 
					lado”. 
					 
					En su opinión “de ser tolerada tal agresión, significaría 
					que estamos labrando un camino muy peligroso, en el cual los 
					apellidos en los cuerpos de seguridad condicionarían la 
					forma de proceder”. 
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