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					El viceconsejero de Hacienda y Gestión Interna, Manuel 
					Carlos Blasco, recuerda a los concesionarios de los garajes 
					y locales que la Ciudad busca enajenar en Azcárate, Bermudo 
					Soriano y Polígono, que el plazo se termina y que “cuanto 
					más tarden en decidirse, si hubiera una segunda licitación, 
					más cara será la compra”. El precio se ha puesto, insiste, 
					en función de unos parámetros legales y no se rebajará. 
					La Ciudad “anima” a los concesionarios de las plazas en 
					venta en Bermudo Soriano, Azcárate y Polígono Virgen de 
					África a adquirirlas lo antes posible, pues no puede haber 
					rebaja del precio y “cuanto más tarden en decidirse, más 
					cara resultará la compra”. El viceconsejero de Hacienda y 
					gestión interna, Manuel Carlos Blasco, recordó ayer que los 
					plazos se agotan y señaló que la respuesta a quienes se han 
					mostrado disconformes con la tasación de estas propiedades 
					públicas ha sido clara y rotunda: no habrá rebaja del 
					precio. 
					 
					Desde la semana pasada, el viceconsejero ha respondido a los 
					escritos remitidos al área de Patrimonio por los 
					concesionarios que no están de acuerdo con lo que desde 
					Hacienda se considera es un “justiprecio”. Los arrendatarios 
					opinan, recuerda, que “el precio debería ser el de la 
					amortización de la concesión administrativa”. Sin embargo, y 
					tal como subraya Blasco, el precio de estas propiedades “en 
					función de la Ley de Patrimonio de las Administraciones 
					Públicas y del Reglamento de Bienes de la Ciudad”. “Es un 
					justiprecio basado en informes técnicos”, concluye el 
					viceconsejero. 
					 
					De ahí que “cuanto más tarden en decidirse (los 
					concesionarios), si hubiera un segundo procedimiento de 
					licitación -apunta-, más caro sería el precio, porque los 
					años de concesión administrativa que se tengan son los que 
					lo compensan”. “Animamos a todos los concesionarios a que 
					compren, porque aunque es voluntario, porque pueden optar 
					por seguir con la concesión en las mismas condiciones, 
					creemos que les beneficia”, abundó Blasco. Eso sí, la Ciudad 
					reclama el pago de la deuda acumulada por impagos del canon, 
					de la que legalmente puede exigir sólo la correspondiente a 
					los últimos cuatro años. Por ejemplo, en el caso del 
					Polígono, la deuda es en su conjunto de 110.000 euros. 
					 
					Por el momento, la Ciudad ha vendido un centenar de estas 
					propiedades, entre garajes, trasteros y locales comerciales, 
					de un total que supera el medio millar.  
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