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					El combinado absoluto del CN Caballa espera con impaciencia 
					su próximo e histórico debut en Segunda División. Después de 
					dos duros meses de pretemporada y dos semanas ‘extra’ de 
					preparación por el retraso en el inicio de la temporada, el 
					cuadro ceutí afronta en la piscina del Díaz-Flor sus últimos 
					entrenamientos antes de disputar este sábado su primer 
					encuentro en categoría nacional frente al CW Navarra. 
					Después de dos decadas desaparecido del deporte ceutí, el 
					waterpolo resurgió hace diez años, cual ave fénix, de la 
					mano del CN Caballa y, más concretamente, de unos técnicos 
					que soñaban con llegar a ver algún día a su equipo entre la 
					élite del waterpolo nacional. 
					 
					Diez años y el enorme e incansable trabajo de aquellos 
					técnicos, junto con otros nuevos que se unieron por la 
					ilusión desprendida por los primeros, han permitido que no 
					uno, sino dos, sean los equipos que hagan historia en este 
					deporte. El primero de ellos será el equipo absoluto 
					masculino el que cumpla el sueño de un club mítico en Ceuta 
					que ha demostrado que a base de trabajo y de constancia, que 
					han superado con creces los limitados recursos, puede 
					conseguirse casi cualquier cosa. En breve, será el conjunto 
					femenino el que prolongue ese éxito al competir en Primera 
					División Nacional, demostrando que lo conseguido por el 
					equipo masculino no se ha debido, en ningún caso, a la 
					casualidad. 
					 
					Por detrás, un incontable número de jóvenes waterpolistas de 
					distintas edades pero con una misma ilusión: emular a los 
					integrantes de los dos principales equipos del CN Caballa. 
					Mientras que los juveniles y los cadetes toman este año el 
					relevo de los absolutos en Primera Andaluza, los infantiles 
					ya dejaron claro el pasado año con su doble subcampeonato de 
					España que este club tiene vida para muchos años. 
					 
					Técnicos como Miguel Ángel Ríos; Quique Sillero; Javier 
					Ruiz; Juan Carlos Bernal; Carlos Matoso y Gervasio Dorado 
					han sido algunos de los grandes responsables de que a partir 
					de este fin de semana Ceuta cuente con una competición 
					nacional de waterpolo. Algo que no se hubiera conseguido sin 
					el apoyo de responsables como Miguelón, Fernando Bollit y 
					Manuel Embid; de la presidenta del club, Mari Carmen Bernet, 
					y del conocimiento y el ‘toque especial’ de Sergio Aguilera, 
					quien terminó de explotar el potencial de los jugadores 
					ceutíes. Un destacado elenco de personas que han convertido 
					el CN Caballa en un club referente para todo el deporte 
					ceutí. 
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					Sólo unas instalaciones adecuadas truncan el futuro del CN 
					Caballa 
					El CN Caballa competirá esta 
					temporada con dos equipos en categoría nacional. Algo que 
					podría ser impensable hace sólo unos años y un techo para 
					otros muchos equipos y clubes ceutíes, no es más que otro 
					paso para un club humilde en recursos pero grande en 
					personas. Con un equipo absoluto capaz de hacer frente a 
					casi cualquier combinado de Segunda División e incluso a 
					muchos de los de Primera, el Caballa mira firmemente al 
					futuro. El nivel de sus jugadores actuales y el gran 
					potencial de una cantera joven y a la vez altamente 
					experimentada se lo permite. Sin embargo, una única cosa 
					podría poner freno a un deporte creciente que podría llegar 
					casi a cualquier parte: unas instalaciones adecuadas con una 
					piscina olímpica para poder competir en División de Honor. 
					Sin ella, el Caballa encontrará en la Primera División su 
					límite, sin poder alcanzar la máxima categoría del waterpolo 
					nacional, con lo que supondría en todos los aspectos. El 
					trabajo está ahí. La ilusión por hacer grande un deporte y 
					una ciudad como Ceuta, también. Sólo faltan unas 
					instalaciones donde llevarlo a cabo. 
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