PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

sociedad - JUEVES, 13 DE OCTUBRE DE 2011


María del Carmen Barranco Cazalla. fidel raso.

ENTREVISTA / María del Carmen Barranco Cazalla, presidenta de ACEFEP
 

“Un 2% de la población tiene una enfermedad mental crónica”

La presidenta de la ‘Asociación Ceutí de Familiares y Personas con Enfermedad Mental’, María del Carmen Barranco, tiene claro, por encima de cualquier otro aspecto, que el trastorno se supera
 

CEUTA
Patricia Gardeu

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Ha cambiado, en la mañana de una jornada festiva, las clases de cada día -es maestra de Educación Infantil en el colegio ‘Ortega y Gasset’- por un café en el ‘Vicentino’. ”Todo el mundo que es de Ceuta conoce esta cafetería”, dice mientras, a la espera de que su hijo le traiga a la niña de sus ojos, su nieta de cinco años, conversa sobre la enfermedad mental con EL PUEBLO. María del Carmen Barranco Cazalla es presidenta de la ‘Asociación Ceutí de Familiares y Personas con Enfermedad Mental’ (ACEFEP) desde el año 2004, y defiende, como una bandera, la convicción que le ha guiado en su trabajo en la entidad desde hace casi veinte años: “De la enfermedad mental se sale”.

Las cifras la avalan. Un tercio de los afectados por una enfermedad mental crónica se recupera sin secuelas. A un segundo tercio le quedan algunos síntomas de manera residual. El otro tercio se deteriora. A este respecto, explica: “Hay que entender que no es lo mismo ser que estar”. Se refiere a la diferencia entre estar enfermo y padecer los síntomas durante un periodo de tiempo concreto. “Hay dos tipos de enfermedad mental: por un lado está la crónica, que incluye diferentes grados, desde trastornos bipolares o esquizofrenia hasta fobias; por otro lado, están las enfermedades mentales temporales, también llamadas reactivas porque aparecen tras un estímulo, es el caso de las depresiones; pueden estar asociadas a épocas del año, a hechos emocionales concretos o a desequilibrios específicos; es lo que sucede cuando fallece un familiar, que es necesario pasar un duelo, o por la situación que están pasando ahora muchas personas que, de pronto, se han quedado sin trabajo”.

Una de cada cuatro personas presentará una enfermedad mental a lo largo de su vida. Este porcentaje incluye personas con episodios puntuales de trastorno. Un 2% de la población la tiene crónica. En todas ellas, el objetivo final es “que se supere” y que la persona “tome la rienda de su vida”. Es por ello que muchas de las directrices que regulan la enfermedad mental están relacionadas con la ‘Ley de Autonomía y Dependencia’.

En esa línea, desde ACEFEP están a la espera de firmar un convenio de ‘Promoción de la vida autónoma’, en colaboración con el Imserso y la Fundación ONCE. “Han firmado seis proyectos en España, pero solo el nuestro es referente a la salud mental; ya se llevó a cabo en el año 2010”, comenta la presidenta. Otros convenios que la asociación tiene vigentes son uno de colaboración con el Gobierno de la Ciudad Autónoma, otro con La Caixa y un tercero con el centro penitenciario. Reciben, además, apoyo de la Delegación de Gobierno, donde, a través del Plan de Empleo, varios jóvenes trabajan en la asociación.

A pesar de estas ayudas, Barranco asegura que en Ceuta las carencias son “todas”. Y matiza: “No a nivel de asociación, que contamos con apoyo institucional y con local social, sino en lo referente a las personas enfermas. No tenemos Hospital de Día, ni pisos tutelados... no tenemos nada; hay interés pero todo depende del dinero”. En este sentido, Barranco pone el ejemplo de la ciudad que es para ellos referencia: Sevilla. “El Hospital Virgen de Macarena cuenta con tres unidades diferenciadas en las que se tratan enfermos crónicos, casos agudos puntuales y una tercera unidad intermedia. Además, existen en la ciudad todo tipo de servicios; por ejemplo son muy útiles los centros ocupacionales, en los que se imparten terapias que pueden ser muy beneficiosas”.

De vuelta a Ceuta, ACEFEP tiene puestas sus esperanzas en el cierre del Hospital Militar y en habilitar en ese espacio un centro para enfermos mentales. Pero antes de llegar al económico, hay dos aspectos, muy vinculados entre sí, que se convierten en las primeras barreras a la hora de tratar una enfermedad mental: el diagnóstico y el rechazo.

Diagnóstico y el rechazo.

“La familia es la primera en reconocer un problema. Comportamiento agresivo, aislamiento, falta de apetito... son algunos síntomas que pueden hacer prever a la madre, al hermano... que una persona puede tener este tipo de enfermedad”. Es un primer contacto en el que, en el caso de los menores, también tienen mucho peso los maestros de sus centros escolares. “En general, los niños con enfermedad mental no requieren de unos maestros específicos, a no ser de los casos como autismo o hiperactividad. Otra cosa es si tienen una discapacidad, como pueden ser los personas con síndrome de Down. En cualquier caso, a la hora de intuir que un alumno puede padecer un trastorno se parte de la observación”, matiza Barranco.

Una vez identificado, la familia debe hacer lo posible por llevar al paciente al médico, ya que este es el encargado de hacer el diagnóstico. “La detección precoz sirve para afrontar cuanto antes un problema y encontrar con la misma rapidez una solución que evite un mal mayor”, asegura la maestra. El tratamiento farmacológico suele ser el primer paso, pero tanto su inicio como después el fin de un tratamiento debe hacerse siempre “de forma gradual”. “Hay veces que la prescripción médica se sobredimensiona en detrimento de otros pilares del tratamiento como algunas terapias”, apunta la presidenta, e insiste: “Es un proceso lento y dificil, pero se sale. Es mejor ir poco a poco que dar un paso hacia delante y tres hacia atrás”.

Respecto al rechazo, enfermos, familiares y personal sanitario “soportan día a día el estigma”. Así lo apuntaban el pasado lunes en el manifiesto que leyeron con motivo de la celebración del ‘Día Mundial de la Salud Mental’. “Estigma viene de marca, y eso lo que ha ocurrido a lo largo de muchos años con la enfermedad mental”, explica Barranco, quien argumenta que la gente frente al enfermo psíquico “tiene miedo”, una reacción que procede “de la ignorancia y del desconocimiento”.

“En 1986 cerraron los manicomios pero dejaron a los enfermos a cargo de sus familiares, que sin una educación adecuada no saben como tratarlos”, explica Barranco. En 2006 se aprobó el Modelo Comunitario de Estrategias de la Salud Mental de la OMS. En 2007, España ratificó la Convención de la ONU en la que se discutieron los aspectos legales de la enfermedad mental. Ante este panorama, Barranco agrega: “Más allá de que tengamos las leyes, hay que conseguir que estas se cumplan”.

La familia, el principal apoyo

Además del marco legal, un de los aspectos claves, y en los que se centran en ACEFEP, es la familia. Desde la entidad brindan apoyo al familiar, que suele ser fundamental en la recuperación del paciente. “Es lo que llamamos el ‘Modelo comunitario de atención a la salud mental’ y en el que está integrado desde el paciente y su familia hasta el personal sanitario que va a atenderlo y las entidades. Lo ideal es el trabajo cooperativo entre todos”, explica Barranco, quien añade que en pro “de conseguir la autonomía final del paciente”, se trabajan aspectos como el autocuidado -“Que quiera, por ejemplo, ducharse, o como aparece en nuestro logotipo, empujarlo a levantarse del sofá, quedarse en casa siempre es la peor opción”- hasta asuntos como la integración laboral. A este respecto, algunos de los datos que apuntan desde ACEFEP es que sólo un 5% de los enfermos consigue un trabajo estable aunque esté recuperado y que, además, son las personas con menor inserción laboral.

“Se fomenta la toma de control del individuo y la responsabilidad sobre uno mismo, la integración y la recuperación total”, continua Barranco. “Participación, dignidad, respeto, derecho a la privacidad... las mismas condiciones que son inherentes a cualquier ciudadano”, apunta la maestra. La familia vuelve a ser, una vez más, uno de los puntos claves para potenciar cualquier mejoría. Con ese fin, la asociación creó las ‘Escuelas de Familias’, en las que actualmente trabajan diez grupos. “Sirven para aprender a conocer los síntomas, te da habilidades para no irritarte y saber actuar ante un familiar con una enfermedad mental”, explica la presidenta.

Esta actividad fue una de las mejoras que ACEFEP logró cuando en el año 2006, la Ciudad Autónoma les cedió un local social. Detrás llevaban un largo camino. La asociación se constituyó en 1993 e inicio su trayectoria un año después. Al principio eran diez usuarios con diferentes trastornos, desde personas con síndrome de Down hasta alzheimer o demencia senil. “No había otras asociaciones, así que éramos gente muy diversa”, apunta Barranco. El año 2002 supuso un cambio significativo cuando se integraron en la federación nacional. En Ceuta son actualmente unos ochenta socios, entre usuarios y familiares. Fijas hay unas 20 personas y anualmente se atienden en torno a los 80 casos.

De vuelta a los datos, la presidenta de ACEFEP añade: “Hay más personas con enfermedad mental que con cáncer, y es la primera causa de suicidio”. Es uno de los males que afectan a la juventud. “Es lo que se conoce como la demencia juvenil, que suele aparecer entre los 16 y los 20 años con síntomas como la desmotivación”.

Las universidades han aprobado incorporar a los Planes de Estudio una especialidad en Psiquiatría infantil-juvenil, que hasta entonces no existía en España. En la educación es el campo en que María del Carmen Barranco mejor se mueve, después de toda una vida dando clases. “Una enfermedad mental es una descompensación en un neurotransmisor, pero bueno, yo sé poco del aspecto clínico; sólo hablo desde la experiencia y el corazón”.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto