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                     Recuerdo una explicación que me 
					dio una de las más grades inteligencia que había en éste 
					pueblo nuestro, don Bigta Armenta. Catedrático, dominador de 
					varios idiomas, que hablaba y escribía a la perfección, 
					autor de varios libros dedicados a la enseñanza del inglés, 
					francés o alemán, desterrado a Ceuta como otros muchos 
					catedráticos que no compartían los puntos de vista del 
					régimen anterior y dedicado a la enseñanza particular, 
					puesto que no se le permitía dar clase en instituto alguno, 
					aunque se le obligaba a presidir los exámenes de revalida 
					que se efectuaban en Tetuán, cuando esta ciudad pertenecía 
					al protectorado español. 
					 
					Pues bien, éste hombre auténtico sabio, me decía al hablarme 
					de cómo debería gobernarse un país para que fuese lo más 
					prospero posible, que todo consistía en mantener un 
					equilibrio entre los más pudientes y los mas pobres.  
					 
					O sea, con claridad meridiana, lo que decía que ese país 
					debería tener una clase media potente, para poder mantener 
					ese equilibrio tan necesario para la prosperidad del mismo. 
					Sin la existencia de esa potente clase media, sería 
					imposible mantener el equilibrio y a la larga o a la corta 
					el país se iría al garete. 
					 
					Para que yo lo entendiese mejor, cogía un lápiz, se lo 
					colocaba sobre un dedo de forma horizontal, haciéndole 
					mantener el equilibrio entre los dos extremos. Uno de los 
					extremos era el de los más ricos y el otro extremo de los 
					más pobres y el punto de equilibrio era quien representaba a 
					la clase media. Si al hacer un movimiento el lápiz se 
					alejaba de ese punto central, caía al suelo. 
					 
					En cada ocasión que esto ocurría, me miraba diciendo, ha 
					desaparecido el punto que guardaba el equilibrio entre los 
					dos extremos, la clase media. El país irremediablemente ha 
					caído al suelo por la desaparición de esa clase media que 
					guardaba el equilibrio entre ambos extremos.  
					 
					Para volver a levantar el país, que duda cabe, deberemos 
					encontrar, nuevamente, esa clase media que ha desaparecido 
					para que sea posible mantener el equilibrio entre ambos 
					extremos. Sin la existencia de ese punto central el país 
					entrará en una crisis de la que le será muy difícil salir, 
					en el caso de que pueda salir de ella. Puesto que sin esa 
					clase media, guardadora del equilibrio, nos encontraremos un 
					país, donde los ricos cada día serán más ricos y además de 
					aumentar el número de pobres, estos serán cada día más 
					pobres. 
					 
					En España, donde para salir de la crisis siempre pagan los 
					mismos funcionarios y jubilados con la congelación de las 
					pensiones y el descuento del salario de los funcionarios, se 
					está perdiendo la clase media. 
					 
					Un grave error, pues la perdida de ese punto de gravedad que 
					mantiene el equilibrio, para que pueda seguir funcionando y 
					avanzando un país Una clase que es la que gasta y consume y 
					mantiene el equilibrio sobre los más ricos y los más pobres, 
					que si continúa desapareciendo, irremisiblemente se llegaría 
					a hace real la teoría de mi admirado, Bigta Armenta, 
					llevándonos a convertirnos en un país lo más parecido a una 
					de esas repúblicas bananeras, donde sólo existen los muy 
					ricos y los muy pobres. ¿O no? 
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