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					El Ejecutivo anunció ayer su intención de que el centro de 
					San José no sea destinado a los MENA y que cumpla con su 
					finalidad inicial de acoger a familias sin hogar. Las 
					razones, según anunció ayer el portavoz del Gobierno, no son 
					otras que económicas. Y es que, la reforma que requería el 
					centro para atender a los menores tutelados por la Ciudad 
					ascendía a 1,5 millones de euros, una inversión que el 
					Ejecutivo no ha considerado oportuna en tiempos de crisis, 
					según afirmó Martínez Arcas. 
					 
					La ocupación del centro construido en San José ha sido una 
					de las cuestiones más candentes dentro del Gobierno en los 
					últimos meses. Después de contemplar la posibilidad de que 
					se convirtiera en un nuevo centro para acoger a menores, la 
					Ciudad ha reculado y devuelve al edificio la finalidad para 
					la que fue proyectado: acoger a familias sin hogar. Ahora, 
					el Ejecutivo retomará también la idea de ubicar un nuevo 
					centro en la zona de Calamocarro un proyecto que se lleva 
					estudiando desde marzo y para el que se está redactando un 
					informe de viabilidad según explicó el portavoz del 
					Gobierno, Guillermo Martínez Arcas. “Ya se ha hecho un 
					informe sobre impacto ambiental y se prevé que a lo largo de 
					2012 se comience la obra, que constará en el plan de 
					inversiones”. En mayo este diario ya informó que el 
					anteproyecto de Calamocarro contemplaba unas instalaciones 
					con capacidad para 100 personas. 
					 
					La razón de este cambio de postura se reduce a pura economía 
					ya que es cuestión de números. El edificio de San José ha 
					costado en torno a los cuatro millones de euros -con cargo 
					al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local- y 
					la reforma que se tendría que acometer para adaptarlo a las 
					necesidades de un centro de menores se han cifrado en un 
					millón y medio de euros, según las estimaciones del 
					arquitecto de la ciudad. En total, la suma asciende a 5,5 
					millones. Entendemos que en un momento de crisis, esta 
					inversión no parece pertinente”, alegó Martínez Arcas para 
					explicar ante los medios esta decisión que tomó el Ejecutivo 
					en el Consejo de Gobierno que celebró ayer. Según el 
					portavoz gubernamental, la transformación cumplía los demás 
					requisitos (viabilidad jurídica y técnica), ya que contaba 
					con el visto bueno del Ministerio de Administraciones 
					Públicas, que aprobó su financiación con otro objetivo 
					distinto, y con un informe técnico favorable a la reforma. 
					No obstante, la inversión de 1,5 millones en un edificio sin 
					estrenar ha sido desechada por el Ejecutivo local.  
					 
					Por último, Martínez Arcas confirmó que la voluntad de la 
					Ciudad es que el centro de San José se encuentre operativo 
					para acoger a las familias a lo largo del primer trimestre 
					de 2012.  
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