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La pobreza, los conflictos
armados, el hambre, la falta de expectativas de futuro,
empujan a millones de africanos a un éxodo casi siempre
interior, entre países limítrofes, pero en un importante
porcentaje también hacia el exterior del continente. Ceuta,
como punta de lanza de Europa en África es un lugar de paso
en este éxodo del siglo XXI que no cesa. Como se demostró
ayer, los inmigrantes esperan su oportunidad, en este caso,
en forma de niebla, para tratar de alcanzar el sueño de una
vida mejor, una carrera que, por desgracia, pocas veces
llega a tener un destino feliz. Como parte de este escenario
mundial, del conflicto entre los cada vez más pobres países
“subsaharianos” y una Europa en crisis pero rica, Ceuta
seguirá teniendo el doble papel y responsabilidad solidaria
de ser freno y también lugar de primera acogida.
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La ENME consolida su oferta
de calidad |
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La Escuela de Negocios del
Mediterráneo (ENME), una iniciativa que surgió con vocación
de calidad y prestigio y con el objetivo de situar a Ceuta a
la vanguardia de las enseñanzas en esta materia, se
consolida con un segundo curso que, oficialmente, se
inaugura hoy. Exigente en la selección de su profesorado y
también en las expectativas que deposita en sus alumnos,
esta escuela representa a todas luces una excelente
oportunidad tanto para aquellos ceutíes que deseen formarse
como especialistas en el mundo directivo y empresarial y
que, al fin, no han de desplazarse para ello fuera de la
ciudad, como para foráneos que tienen así la oportunidad de
conocer una ciudad única para los negocios. Ceuta necesita
de proyectos ilusionantes y ambiciosos como este.
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OPINIÓN / EDITORIAL
