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                     No a la de unas oposiciones, sino 
					a la del dedo bobalicón que le ha ido situando, siempre, sin 
					importar cual era el color de ese dedo y quedándose con el 
					puesto, sin más. 
					 
					Así están transcurriendo los años, muchos años, de José Luis 
					Sastre, que ahora, no sé si de rebote o, tal vez, de 
					pelotazo, se mete en la candidatura, mejor dicho lo meten, 
					del PP para el Senado. 
					 
					Un carguito más en la lista, bien es cierto que para llegar 
					al Senado lo tendrán que votar los ceutíes, pero en unos 
					momentos como estos, con la ventaja que lleva el PP, en las 
					encuestas, el hecho de ser candidato, o de haber sido 
					nombrado, es haberle dado, de antemano, el acta para pasar 
					cuatro años apretando el “botón”, en la Cámara Alta y 
					llegará este, José Luis Sastre, como hubiera podido llegar 
					la “cabra Rigoberta” si la hubiera presentado el PP. 
					 
					De verdad, de verdad, que el PP en Ceuta, las últimas 
					semanas parece que está descarriado y con este nombramiento 
					de ahora, mucho más. 
					 
					José Luis Sastre, sin decir “esta boca es mía”, ha pasado 
					por la Secretaría General de la Dirección Provincial del 
					MEC, primero con el PSOE, luego con el PP de Pedro 
					Gordillo,¡ahí es nada!, y podría haber estado con IU o con 
					Fuerza Nueva, si cualquiera de esos dos grupos políticos 
					hubiera llegado al poder. Está claro, el señor Sastre flota 
					como el mejor de los corchos en el agua. 
					 
					Y yo diría más, es incombustible, a las pruebas nos podemos 
					remitir, y lo que no veo es como, en vez de haber tirado de 
					personas jóvenes, que tienen algo o mucho que decir en el PP 
					del futuro, se ha tirado de un veterano para jubilarlo en 
					una jaula de oro, como puede ser el Senado. 
					 
					Y no estamos quitando méritos a nadie, pero eso de tirar de 
					alguien que viene ya de vuelta de todo, para cubrir una 
					plaza que ha llevado con suma dignidad y efectividad otra 
					personas, durante tres legislaturas, me parece un compadreo 
					de tomo y lomo. 
					 
					Porque volvemos a lo mismo de otros que van a ir en la 
					candidatura, y es que el caso de Sastre no es el de un 
					hombre del PP de toda la vida, no sé, ni me importa, si está 
					siquiera afiliado, pero en su larga carrera con cargos, a 
					dedo, los ha tenido con el PSOE y con el PP, lo que indica 
					que sabe, eso sí, arroparse con todo tipo de mantas y no le 
					hace ascos a ningunas de las siglas que aparecen en el 
					espectro de la política de nuestros días. Y que no ha sido 
					del PP siempre nos lo demuestra su situación, no sé si con 
					miedo o sin ello, en aquel fatídico 23-F, que no nos gusta 
					recordar. 
					 
					Y llegados a esta situación, la pregunta que, desde dentro 
					del PP, yo también estoy afiliado y sé lo que se cuece 
					dentro, se han empezado a hacer es esta ¿Se está haciendo 
					una candidatura del PP o estamos con una serie de remiendos 
					de todo tipo de paños?. 
					 
					No olvidemos, aunque no dejemos de valorar su efectividad 
					que Márquez procede de aquella candidatura del GIL que fue 
					un grupo de aventureros que recaló en Ceuta y ganó unas 
					elecciones. 
					 
					De la misma forma, no debemos olvidar, los que ya vamos 
					entrados en años y somos veteranos en la enseñanza lo 
					recordamos muy bien, las buenas relaciones de José Luis 
					Sastre con el PSOE, al que estuvo muy unido en ese carguito 
					“a dedo” en la Dirección Provincial del MEC y que al llegar 
					a esa Dirección Provincial Pedro Gordillo lo siguió 
					manteniendo en el cargo con otro dedo bobalicón, durante 
					ocho años más. Es lo que hay. 
					 
					Aquí todo vale y los compadreos o comadreos que se trae el 
					PP con las candidaturas, a la larga, no muy lejanamente, los 
					pagará. 
					 
					Hoy por hoy, en el seno del PP de Ceuta hay un auténtico 
					polvorín, que únicamente no ven aquellos que van en algún 
					carguito. Y no es para menos. 
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