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					Los gobiernos de Melilla y Ceuta volverán a reunirse en 
					nuestra ciudad a principios de noviembre, pasada la 
					festividad de Todos los Santos, según acordaron el miércoles 
					sus dos presidentes Juan José Imbroda y Juan Vivas durante 
					los actos del Día de la Fiesta Nacional de España celebrada 
					en Madrid. Aunque todavía no están cerrados los asuntos que 
					se abordarán en la agenda de trabajo, ambos ejecutivos lo 
					enfocarán con una premisa fundamental: la preparación de 
					temas conjuntos. 
					 
					Con esta agenda común, las Ciudades Autónomas de Ceuta y 
					Melilla quieren repetir el modelo que se adoptó a partir del 
					año 2000 cuando Imbroda y Vivas asumieron los gobiernos 
					autonómicos, y negociaron con el entonces Ejecutivo de José 
					María Aznar “una posición unida que benefició a las dos 
					ciudades y que contó con el respaldo del Gobierno popular”, 
					informó ayer la Ciudad Autónoma en un comunicado de prensa. 
					 
					De esta forma, la reunión de noviembre servirá, sobre todo, 
					para fijar las posiciones claves de ambos gobiernos 
					autónomos y dejar “los deberes hechos” antes de comenzar las 
					negociaciones con los distintos ministerios. A partir de ese 
					documento inicial, Melilla y Ceuta expondrán sus 
					reivindicaciones con una voz única y con los estudios 
					pertinentes ya elaborados. 
					 
					De hecho, el Ejecutivo local recordó ayer que materias en 
					algunos casos novedosas, como los Planes de Empleo o la 
					bonificación a la Seguridad Social, surgieron de aquellas 
					reuniones, así como la firma de convenios con el Ministerio 
					de Fomento que permitió la construcción de 1.300 viviendas 
					sociales en Melilla, todas ellas entregadas en estos últimos 
					años. Precisamente la recuperación de estos convenios será 
					uno de los pilares de las conversaciones que mantendrán los 
					dos gobiernos autónomos. Pese a que no se quiere hablar de 
					un número concreto de viviendas, Ceuta y Melilla insisten en 
					que el posible acuerdo tiene que servir para reducir 
					notablemente el déficit actual. 
					 
					“El parón de la construcción por parte del gobierno central 
					durante las dos últimas legislaturas y su compensación por 
					parte de la sociedad pública Emvismesa, que se financia con 
					fondos propios de la Ciudad Autónoma, ha reforzado la 
					conveniencia de plantear la recuperación de estos convenios 
					que permitieron, entre otras, las promociones de Averroes, 
					García Valiño o Ultrabaratas”, apuntó ayer el Gobierno 
					local. 
					 
					Aumento de población 
					 
					Además, durante el encuentro Melilla-Ceuta de noviembre se 
					abordará también, como elemento fundamental, la revisión de 
					los índices de población de las dos ciudades que han 
					experimentado un notable incremento, han propiciado nuevas 
					necesidades y han generado costes a las dos 
					administraciones.  
					 
					Ese aumento poblacional se evidencia en Melilla, por 
					ejemplo, en que la ciudad ha superado recientemente los 
					80.000 habitantes, una cifra a la que no se esperaba llegar 
					tan pronto, y que ha venido motivada por la alta natalidad y 
					el regreso de muchos melillenses a su tierra natal debido a 
					la fuerte crisis económica. Ello genera un incremento de 
					diferentes servicios públicos esenciales como, por ejemplo, 
					un mayor número de alumnos en los centros escolares, un 
					aumento en todas las prestaciones sociales propiciadas por 
					la crisis, más gastos de agua o la necesidad de incrementar 
					el parque de viviendas. 
					 
					Tanto Imbroda como Vivas consideran prioritario este asunto 
					y quieren que el futuro Ejecutivo nacional tenga en cuenta 
					esta importante elevación del número de melillenses y 
					ceutíes, que supera los 160.000 habitantes, con el fin de 
					aumentar las ayudas que ahora se reciben por habitante y que 
					“se han quedado escasas”. 
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