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					El grupo Scout ‘Omaha 238’ inauguró ayer el local que la 
					Ciudad Autónoma les cedió para realizar sus actividades. Al 
					estreno del habitáculo, en Bermudo Soriano, asistieron el 
					presidente de ASDE, Julio del Valle de Íscar; el de la 
					Asociación Scout de Ceuta, Jesús Martín; un ‘esculta’ del 
					honor de Melilla, Rafael Marín, y varios miembros del 
					Ejecutivo Local. 
					 
					Una ristra de pañoletas, un par de uniformes antiguos, un 
					‘Cuatro bollos’, algunas insignias, el ‘Tótem’ del último 
					campamento... decoraban ayer las paredes del local que el 
					grupo Scout ‘Omaha 238’ tiene en la plaza Bermudo Soriano. 
					Cerca de un año han tardado en habilitarlo, y ayer, -”Por 
					fin, ya era hora, lo que nos ha costado”, repetían los 
					presentes- fue su inauguración. El presidente de la Ciudad, 
					Juan Vivas, fue el encargado de cortar la cinta. A la cita 
					tampoco faltaron el consejero de Servicios Comunitarios y 
					Barriadas, Gregorio García Castañeda, y la viceconsejera de 
					Educación, Rocío Salcedo. Además de los niños, sus monitores 
					y el presidente de la Asociación Scout de Ceuta, Jesús 
					Martín -quien recibió durante el acto la insignia de madera, 
					que reconoce una etapa de formación de los responsables 
					Scouts-, en representación del movimiento estuvo el 
					presidente de ASDE (Asociación Scout de España), Julio del 
					Valle de Íscar, y un miembro de honor de los Scouts de 
					Melilla, que además es consejero de la ciudad hermana, 
					Rafael Marín. 
					 
					Jesús Martín recordó que en 2015 el grupo ceutí celebraría 
					su centenario, a lo que el presidente de la Ciudad se 
					comprometió a pensarse el poner a una plaza de Ceuta el 
					nombre del fundador, a principios del siglo XX, del 
					escultismo, Robert Baden-Powell. 
					 
					Además, el presidente destacó la labor de un movimiento que 
					pretende que los niños y los jóvenes “se entretengan, 
					aprendan a amar la naturaleza, los valores cívicos, se 
					respeten unos a otros y que asuman los intereses colectivos 
					por encima de los individuales“. Por último, recordó que la 
					clave “está en el cariño y el amor”. Tanto a Vivas como a 
					Del Valle de Íscar se les hizo entrega de una figura de 
					barro elaborada por los chavales, en la que, además de la 
					pañoleta, se apreciaban diferentes elementos que identifican 
					al movimiento. Para terminar, el presidente de ASDE destacó 
					que aún es posible: “Todos podemos hacer algo por cambiar el 
					mundo”. 
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