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					Una veintena de legionarios de la IV Bandera del II Tercio, 
					quienes formarán parte del contingente ‘Libre Hidalgo XVI’ 
					que se desplazará al Líbano, realizaron ayer un 
					entrenamiento en el que se simuló una emboscada por parte de 
					las fuerzas enemigas. “Los legionarios responden al fuego 
					con iniciativa, fuerza y decisión”, apuntó el teniente 
					Moreno, uno de los encargados del ejercicio. El grupo se 
					desplazó en dos BMR y otros tantos VAMTAC por el monte de 
					García Aldave. Se recreó también la evacuación de un herido, 
					después de neutralizar al enemigo. El comandante general 
					estuvo presente en el ejercicio. 
					 
					Listos para la emboscada. “El ejercicio se enmarca en una 
					guerra contra Fuerza Irregular”, explicó el teniente Moreno, 
					jefe de la sección de Reconocimiento de la Quinta Compañía 
					de la IV Bandera del II Tercio, el cual fue el encargado de 
					relatar el entrenamiento mientras sucedía. Una veintena de 
					legionarios de los que, integrados en el contingente ‘Libre 
					Hidalgo XVI’, se desplazarán al Líbano, participaron ayer en 
					un ejercicio de adiestramiento para la futura misión. Se 
					trataba de poner en práctica cuál sería la reacción del 
					equipo en el caso de sufrir el ataque de un ‘elemento 
					hostil’, es decir, de un enemigo.  
					 
					“Los legionarios responden al fuego con iniciativa, fuerza y 
					decisión”, apunta el teniente. Alertados por los servicios 
					de Inteligencia de la existencia de un posible contrincante, 
					los soldados, desplazados en dos BMR y dos VAMTAC, 
					patrullaban por La Lastra, en García Aldave, cuando una 
					explosión interrumpió su camino. Así, con la detonación de 
					un artefacto improvisado, comenzó el ejercicio. El primer 
					paso era desplegar del vehículo al personal, entre el que se 
					encontraba un herido. 
					 
					La secuencia continuó con la puesta en marcha de cada 
					soldado. Lo programado es: todos los que se encuentran en la 
					‘zona de muerte’ deben descender de los carros. Mientras, 
					los del tercer y cuarto vehículo deben marchar en busca de 
					la amenaza con la finalidad de impedir su fuga y destruirla. 
					Es decir, “primero y segundo despliegan al personal; tercero 
					va a por la amenaza para envolverla; y cuarto, corta por 
					carretera la huida del enemigo”, matiza el teniente Moreno. 
					Una vez este es eliminado, es cuando los soldados se pueden 
					centrar en evacuar al herido. “Los legionarios están 
					instruidos para rápidamente neutralizar a la amenaza y 
					eliminar al enemigo”, agrega. 
					 
					“Es un ejercicio de la bandera como grueso del despliegue 
					español en el Líbano”, añadió el teniente coronel Marcelo de 
					Carlos, jefe del grupo, quien explicó que este tipo de 
					actividad se encuentra integrada “en la instrucción de forma 
					habitual, aunque de manera más intensa con vistas al 
					Líbano”. Unos ejercicios en los que se intenta recrear “una 
					situación peor de la que realmente existe en el Líbano”, 
					aunque en cualquier caso -continúa el teniente coronel De 
					Carlos- “la emboscada es una opción que existe, y la 
					situación en el Líbano es cambiante”. 
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					La ‘transparente’ misión al Líbano de los soldados ceutíes 
					Un número indefinido de soldados 
					de la Comandancia General de Ceuta, de no sé sabe con 
					seguridad qué unidades -al parecer, legionarios y regulares 
					conformarán el grueso- se desplazarán en una fecha 
					indeterminada al Líbano -el país es lo único que se sabe a 
					ciencia cierta- para realizar una misión de la que, por 
					supuesto, se desconocen los detalles. Ayer, varios de esos 
					soldados trabajaron en un ejercicio de adiestramiento de 
					cara a su viaje al Líbano; el entrenamiento fue presenciado 
					por los medios de comunicación allí presentes, los cuales, 
					en la línea de ‘transparencia’ a la que acostumbra la 
					Comandancia General de Ceuta, no tenían permitidas 
					determinadas preguntas. Desde dicha institución remiten para 
					cualquier información sobre esta misión al Ministerio de 
					Defensa, el cual, a su vez, hace oídos sordos. 
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