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OPINIÓN - JUEVES, 20 DE OCTUBRE DE 2011

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

No me negarán ustedes, amables lectores, que diez horas de pleno son muchas horas de trabajo para sus señorías. Y todo par sacar adelante el incremento de precios en la tarifa del taxi, el inicio de la disolución del ICD, el consenso para luchar contra la propagación del Sida, una ordenanza del ruido y la aprobación unánime de los diputados para la iniciativa del PSOE de ofrecer un régimen de alquiler con opción a compra para las VPO.

La disolución del ICD sin cuantificar el ahorro que ello pueda suponer para las arcas de la Ciudad, es algo que estaba más cantado que “macarena”. Personalmente y en persona, me da igual que desaparezca siempre y cuando se respeten los puestos de trabajo de los currantes.

Lo siento por aquellos compañeros que han de cubrir esos plenos, que por razones que todos saben, con la llegada de la mayor inteligencia política que ha dado esta tierra, van a tener siempre la misma duración, aún cuando en los plenos se discuta simplemente si el alumbrado público se enciende a los ocho o las ocho y cuarto. Tomará la palabra y aburrirá al personal hasta conseguir dejarlos dormidos.

Su intervención en el asunto de la educación y el fracaso escolar, me la tuve que ver mientra estaba en el periódico, mirando la televisión local que estaba dando en directo el pleno. Oiga, no es por nada, pero después de varios minutos perdiendo el tiempo oyendo su magistral intervención, no se si estaba hablando del fracaso escolar o del próximo encuentro del Barcelona en la Champion. Se lío más que la parta de un romano y el hombre no sabía como iba a salir de aquel discurso que no iba a ninguna parte, ni había un dios que lo entendiera.

El diputado estuvo hablando durante diez minutos del asunto y el presidente le instó a finalizar su discurso a lo que, el señor Aróstegui, contestó tajante, como no podía ser de otra forma, “Tiene usted dos opciones. O me deja terminar o me desaloja la policía”. ¡Toma del frasco, Carrasco!.

No se pueden ustedes imaginar, si el presidente de la Ciudad, hubiese tomado la segunda opción, mandar a la policía el desalojo de esta eminencia de la política ceutí.

Primeras planas de los periódicos, televisiones, no sólo locales, enviados especiales de periódicos nacionales y televisiones para entrevistar a tan suprema inteligencia de la política de esta nuestra tierra. ¡Lo que hubiese dado, el señor Aróstegui, porque eso hubiese sucedido!

Pero sucedió lo contario que, el presidente, con buen criterio y sabiendo lo que podía ocurrir de mandar a desalojar a la mayor inteligencia política de esta tierra, lo dejó continuar, a sabiendas que a pesar de todos ese pedazo de discurso, que no había un dios que lo entendiese, no iba a conseguir nada.

La lengua o el idioma español, señor Aróstegui, es la lengua oficial del Estado Español y Ceuta, por mucho que le pese a más de uno no es, por cierto, una “colonia” que junto a Melilla hay que devover a Marruecos es, simple y llanamente, una ciudad ESPAÑOLA. No se si lo he escrito con bastante claridad. Si no es así repito, Ceuta es una ciudad ESPAÑOLA, donde hay musulmanes españoles que hablan perfectamente el castellano e incluso tienen carreras universitarias. Algunos de ellos, alumnos muy brillantes.
 

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