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					A raíz de la convocatoria extraordinaria de movilidad 
					interna de la división de enfermería, Comisiones Obreras (CCOO) 
					quiere dar a conocer las consideraciones, que en su opinión, 
					le merece la forma en la que se esta desarrollando el 
					proceso y, por extensión, dar a conocer la situación del 
					personal de enfermería, tanto enfermeros como auxiliares de 
					enfermería, del Hospital Universitario de Ceuta.  
					 
					Han pasado alrededor de ocho años de gestión por parte de la 
					actual dirección del Ingesa (Instituto Nacional de Gestión 
					Sanitaria), y tal periodo de tiempo nos da ya cierta 
					perspectiva a la hora de hacer un balance global. Pero vamos 
					a comenzar por hacer nuestras ‘alegaciones’ a la forma en la 
					que se está desarrollando el proceso de movilidad.  
					 
					Esta convocatoria extraordinaria de movilidad interna de la 
					división de enfermería no es una auténtica movilidad sino 
					una pantomima usada por la dirección para, simplemente, 
					hacerse un hueco cuando acaben sus labores directivas. Si 
					realmente están por la labor de una movilidad hecha con 
					transparencia, lo primero es contar con los representantes 
					de los trabajadores a la hora de confeccionar el documento, 
					en vez de entregarlo terminado e invitarnos como convidados 
					de piedra a su mera aplicación. Si realmente quieren una 
					movilidad “ágil, practica y objetiva” como dicen cínicamente 
					en el documento presentado por la administración ¿Por qué no 
					han contado con todos los representantes de los trabajadores 
					en su confección? Simplemente porque la convocatoria está 
					viciada desde el principio.  
					 
					Señores directivos del Ingesa, tanto la directora de 
					enfermería como parte de sus supervisores de área han 
					participado en la movilidad, pues, bien podían haber evitado 
					todo este proceso y adjudicarse directamente los puestos, 
					que es lo que realmente van a hacer con los baremos que, 
					ellos mismos, han propuesto.  
					 
					Hospital, cortijo particular 
					 
					Que redondas salen las cosas cuando uno de los participantes 
					en el proceso, es el que decide las normas que se van a 
					aplicar en él. Señores directores del Ingesa, el Hospital no 
					es su cortijo particular por mucho que a alguno de ustedes 
					se lo parezca. Ustedes han ido creando plazas a su antojo 
					sin tener en cuenta la enorme carga de trabajo que soporta 
					el personal de enfermería. Hace unos meses crearon la plaza 
					de Subdirección de enfermería, y ahora vemos nuevamente que, 
					para su exclusivo interés, crea una plaza de recursos 
					humanos, otra de recursos materiales y otra de nuevas 
					tecnologías e investigación. Si a esto sumamos los 
					supervisores de área, tenemos dedicados cada vez más 
					personal a labores directivas. 
					 
					¿Una plaza de enfermería para nuevas tecnologías? Señores 
					directores del Ingesa, ¿ustedes ha visto la carga de trabajo 
					diaria de los auxiliares de enfermería? ¿Ha comprobado en 
					alguna ocasión el esfuerzo físico que supone la higiene de 
					un paciente encamado? ¿Cuánto hace que no trabajan en una 
					planta de hospitalización? Porque, desde luego, crear plazas 
					para tales florituras, cuando, el resto del personal acaba 
					su jornada extenuado físicamente, nos resulta indignante. 
					 
					Nos parece un acierto la dotación de personal para las 
					urgencias, pero ¿Qué pasa con las plantas de 
					hospitalización? Usted y el resto de la dirección niegan que 
					exista déficit de personal en las plantas de 
					hospitalización, pero desde luego ninguno tiene intención de 
					volver a trabajar en alguna de ellas, cuando abandonen el 
					cargo. O no tiene ni idea de la situación real de sus 
					trabajadores, o simplemente actúan con malicia, y por 
					desgracia llevamos 8 años en sus manos.  
					 
					Falta de personal 
					 
					O sea, todo el personal de la dirección niega una y otra vez 
					que exista falta de personal en el hospital, pero en el 
					momento en que ven peligrar sus cargos corren a crearse 
					cómodas plazas en despachos, en vez de incorporarse a la 
					dura labor cotidiana del personal hospitalario. 
					 
					Estamos cansados de que los jefecillos, después de organizar 
					tan bien el hospital, dejen sus cargos huyendo a diferentes 
					puestos, fuera de ese ámbito que tan diligentemente han 
					organizado, desde huir a Delegación de Gobierno hasta 
					crearse cómodos huecos como están haciendo ahora. 
					 
					Señores directores del Ingesa, no pueden ustedes diseñar y 
					hacer seguimiento de un proceso en el que ustedes o buena 
					parte de su equipo va a participar; señores directores, la 
					movilidad que plantean no puede ser más restrictiva, ya que 
					impiden la participación en ella a gran parte del personal 
					que trabaja en el hospital, y que diariamente y desde hace 
					años está llevando sobre sus hombros el grueso del trabajo 
					diario; ¿Por qué limitan la movilidad al personal fijo del 
					hospital?  
					 
					Señores directores, existe un claro conflicto de intereses, 
					han sido ustedes mismos los que han diseñado el baremo y 
					curiosamente son ustedes los que van a conseguir las plazas 
					mas “cómodas” entre otras cosas porque, incluso estando ya 
					en pleno proceso de baremación de expedientes, dejaron claro 
					que no seguirían el baremo que ustedes mismos han propuesto 
					en el caso de que las plazas mas polémicas cayesen en manos 
					imprevistas. 
					 
					Saliéndonos del ámbito de la movilidad maliciosa que han 
					convocado, no está de más recordarle que sus trabajadores no 
					son el enemigo y que su función es, entre otras, que 
					desarrollen su labor en condiciones óptimas, y desde luego 
					la sensación que tiene la enorme mayoría de sus 
					trabajadores, es de un maltrato laboral continuado además de 
					la marginación del colectivo de enfermería.  
					 
					Movilidad maliciosa 
					 
					Los trabajadores están en permanente exposición al público 
					sin que haya un lugar con la más mínima intimidad, en un 
					entorno donde resulta especialmente importante ésta 
					intimidad por la sensibilidad de los temas que se tratan 
					como es el hospitalario.  
					 
					No nos sentimos apoyados por la dirección, más bien 
					machacados por ésta. Después de ocho años de su gestión, el 
					balance que nos transmiten los trabajadores es pésimo, 
					adjetivos como cercana, razonable o democrática son lo más 
					alejado que se puede decir de su labor. 
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