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					El Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del Sindicato de 
					Enfermería, máximo órgano de decisión entre congresos, con 
					la presencia de SATSE Ceuta, a través de su Secretario 
					General, Emilio Barrientos García, ha aprobado en su reunión 
					celebrada esta semana en Madrid, un documento en el que 
					exige a los grupos políticos un compromiso por la sanidad 
					alejado de partidismo alguno. En definitiva, un Pacto por la 
					Sanidad. 
					 
					Para los miembros del CEE los recortes sanitarios 
					indiscriminados son parches que no solucionan nada ya que 
					son necesarias “medidas de mayor calado y visión de futuro, 
					que no mermen los derechos básicos de los ciudadanos”, 
					preguntándose si no existirá un interés oculto “que tienda a 
					la privatización de la sanidad”. 
					 
					Los miembros del Sindicato de Enfermería recuerdan, además, 
					que el sistema sanitario español, con una inversión menor 
					que los países de nuestro entorno, ostenta unos resultados 
					en salud, reconocimiento y valoración más que notable tanto 
					por usuarios como por organismos nacionales e 
					internacionales. En este sentido, abogan porque la 
					prevención adquiera “un puesto primordial a la hora de la 
					planificación de inversiones ya que un enfermo crónico 
					pluripatológico cuesta en torno a 17.000 euros anuales 
					mientras que la prevención de la enfermedad puede ser tan 
					barata como la hora de trabajo de una enfermera, unos 12,4 
					euros”. 
					 
					En contra de la OMS 
					 
					Para el Sindicato de Enfermería los Servicios de Salud están 
					optando por medidas que, no sólo van en contra de las 
					recomendaciones de la OMS, sino que son un claro perjuicio 
					tanto para los ciudadanos como para los profesionales que 
					sufren las medidas de recorte en sus condiciones laborales y 
					en sus retribuciones. 
					 
					Los recortes agravan la situación de un sistema sanitario 
					que ya acusaba grandes desigualdades y de las que el 
					Sindicato de Enfermería enumera algunas: 19 calendarios de 
					vacunación distintos; vacunas –como la del neumococo– que no 
					son gratuitas en algunas CCAA; las prestaciones 
					ortoprotésicas son diferentes dependiendo de las Comunidad y 
					los tiempos y listas de espera para una misma patología 
					difieren ostensiblemente según la Comunidad que se analiza. 
					 
					Igualmente, el Sindicato de Enfermería considera que es 
					necesario que los usuarios conozcan que los recortes que se 
					están llevando a cabo en Sanidad repercuten gravemente en la 
					asistencia sanitaria que, como ciudadanos, reciben. Entre 
					las consecuencias del cierre de camas, SATSE destaca los 
					mayores desplazamientos a los que se obliga a los pacientes, 
					la disminución de la seguridad de los pacientes o el aumento 
					de los tiempos para acceder a exploraciones que requieren 
					ingreso hospitalario. 
					 
					Por motivo del cierre de unidades en los hospitales, se 
					produce una mayor saturación de los centros asistenciales, 
					la mezcla de pacientes de distintas patologías o la 
					disminución de la seguridad de los pacientes. 
					 
					Con el cierre de los centros de salud se incrementan los 
					tiempos de espera en el diagnóstico de las enfermedades, en 
					su tratamiento y seguimiento; se deterioran los programas de 
					atención domiciliaria; se dificulta el acceso de sectores de 
					población desfavorecida; aumentan los costes del Sistema o 
					se potencia la utilización de las unidades de emergencia, 
					entre otros. 
					 
					Por la reducción de profesionales de enfermería se merma la 
					calidad asistencial, se favorece el aumento de listas de 
					espera, se incrementa la sobrecarga laboral, se desmotiva a 
					los profesionales o se produce la desatención de pacientes 
					si es necesario priorizar la asistencia. 
					 
					Con el aumento de las listas de espera, los Servicios de 
					Salud favorecen el agravamiento de las patologías, que el 
					gasto en la curación sea mayor, el incremento del gasto en 
					las incapacidades laborales, el aumento de la ansiedad (y 
					otras patologías psicológicas) o que se produzcan 
					consecuencias irreversibles para la salud en determinados 
					casos. 
					 
					“A estos ejemplos, explican desde SATSE, hay que sumar 
					cuestiones menos llamativas como son las carencias que se 
					vienen detectando en muchos centros en material fungible, 
					ropa de cama, material de curas, medicación para facilitar a 
					pacientes que acuden a urgencias, etc.” 
					 
					Recortes y los profesionales 
					 
					Para el Sindicato de Enfermería es difícil encontrar un 
					ámbito público o privado “donde coincidan y se aúnen con 
					tanta fuerza factores negativos sobre sus trabajadores: la 
					precariedad de las plantillas, el trabajo a turnos y 
					nocturno, en fines de semana y festivos; la permanente lucha 
					para hacer bien nuestro trabajo con material y recursos 
					muchas veces insuficientes; la alta incidencia de accidentes 
					laborales y de patologías asociadas al trabajo sanitario o 
					las dificultades para conciliar la vida laboral y personal”, 
					entre otras. 
					 
					Así, para los miembros del CEE, el ajuste de plantillas que 
					se está produciendo en todos los Servicios de Salud, que 
					incide sobre unas plantillas ya de por sí deficitarias, “se 
					agrava con la no renovación de interinidades, reducción aún 
					mayor de las escasas sustituciones, lo que sin duda va a 
					repercutir negativamente sobre la asistencia sanitaria y los 
					niveles de salud de la población”. 
					 
					“A pesar de no ser los culpables del déficit sanitario, 
					explican desde SATSE, y de estar contribuyendo con una parte 
					de nuestro sueldo para su solución, los profesionales de 
					enfermería no renunciamos a nuestro compromiso con la salud 
					de los ciudadanos y con la Sanidad Pública, afrontando 
					diariamente nuestra labor con la mejor disposición para que 
					los usuarios no paguen con su salud los recortes y los 
					déficits de nuestro Sistema Público”. 
					 
					Por ello, el Sindicato propone que ciudadanos y 
					profesionales de enfermería “pasen a la acción para que 
					juntos defendamos, por un lado que se garantice el acceso y 
					utilización de los Servicios Sanitarios y, por otro, el 
					derecho de la enfermería y demás profesionales sanitarios a 
					ejercer en condiciones de calidad y seguridad”. 
					 
					Propuestas de SATSE 
					 
					Nuestra sociedad y los profesionales de enfermería 
					necesitamos que la Sanidad Pública funcione y para ello 
					“exigimos a los grupos políticos un compromiso alejado de 
					partidismo alguno y, por tanto, que no dependa de quien 
					gobierne en cada momento”. Por eso, SATSE propone “que los 
					interlocutores políticos, sociales y sindicales alcancemos 
					de manera urgente un Pacto por la Sanidad que, desarrollando 
					experiencias anteriores y aprovechando algunos pasos ya 
					dados, aleje del debate político y del permanente 
					cuestionamiento, la viabilidad y sostenibilidad de la 
					Sanidad Pública”. 
					 
					Los profesionales de Enfermería, comprometidos con un 
					Sistema Público de Salud eficaz y de calidad, creemos 
					necesario garantizar en dicho Pacto el desarrollo de 19 
					propuestas como las siguientes que, para SATSE, tienen 
					carácter irrenunciable: 
					 
					• Financiación sanitaria de carácter finalista. 
					 
					• Incremento de la financiación sanitaria para evitar la 
					acumulación de deuda. 
					 
					• Participación de los usuarios en todos los niveles de la 
					asistencia sanitaria para que la Sanidad Pública se ajuste 
					cada vez más a las necesidades y expectativas de los 
					ciudadanos. 
					 
					• Establecimiento de una cartera común de servicios de todos 
					los Servicios de Salud, valorando y autorizando el Consejo 
					Interterritorial cualquier nueva prestación. 
					 
					• Impulso de la prevención y educación para la salud en 
					todos los niveles de la asistencia. 
					 
					• Simplificación de la estructura administrativa y de 
					gestión del Sistema Sanitario. 
					 
					• Gestión de compras unificada para todo el SNS, no sólo en 
					lo que se refiere a medicamentos. 
					 
					• Evaluación de tecnologías sanitarias desde el punto de 
					vista del coste/ efectividad. 
					 
					• Puesta en marcha efectiva de un sistema compatible en todo 
					el SNS tanto de tarjeta sanitaria única como de la Hª 
					Clínica Digital que permita evitar duplicidad, repetición de 
					pruebas, etc. 
					 
					• Control exhaustivo de la facturación a terceros para 
					evitar que sea parasitado el Sistema Sanitario Público. 
					 
					• Revisión de los conciertos existentes entre Sanidad 
					Pública y Sector Privado para mantener sólo los que sean 
					verdaderamente necesarios. 
					 
					• Evaluación de las nuevas formas de gestión y la gestión 
					clínica implantadas en el SNS para valorar sus resultados de 
					manera objetiva y su incidencia en el gasto sanitario. 
					 
					• Creación de un sistema unificado de información del gasto 
					sanitario. 
					 
					• Optimizar los recursos disponibles en cada Servicio de 
					Salud. 
					 
					• Planificación coordinada de los profesionales sanitarios 
					que requiere el SNS. 
					 
					• Alcanzar y mantener unos ratios adecuados 
					enfermera/paciente. 
					 
					• Mayor participación de los profesionales, como mejores 
					conocedores del Sistema, para acordar medidas de ahorro y de 
					contención del gasto sanitario. 
					 
					• Diseño de una política de mejora continua de las 
					condiciones de trabajo. 
					 
					• Impulso de la formación y la investigación. 
					 
					¡¡CON LA SALUD NO SE JUEGA!! 
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