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					Los alrededor de 180 corderos muertos por asfixia el viernes 
					durante el traslado de Algeciras a Ceuta están depositados 
					en unos camiones que se encuentran en una zona de 
					Calamocarro habilitada por la Consejería de Sanidad y 
					Consumo. Las imágenes captadas por este medio muestran que 
					el lugar está ajeno a cualquier medida higiénico-sanitaria. 
					 
					Los cadáveres de los animales muertos deben estar en cámaras 
					frigoríficas, con temperaturas máximas de menos ocho grados, 
					en contenedores herméticos, separados e identificables 
					durante la recogida y el transporte, y en condiciones 
					óptimas de salubridad, a fin de que no se propaguen 
					enfermedades entre la población. Estos son algunos de los 
					aspectos que recoge la ‘Guía de buenas prácticas sobre 
					bioseguridad en la recogida de cadáveres de las 
					explotaciones ganaderas’ de la Subdirección General de 
					Sanidad Animal, adscrita al Ministerio de Medio Ambiente, 
					Medio Rural y Marino. Medidas sanitarias que, a juzgar por 
					las imágenes captadas por este medio, no parecen cumplirse 
					en Ceuta. 
					 
					El viernes, en torno a 180 corderos fallecieron -según los 
					dos ganaderos implicados un total de 181 animales, y según 
					la Ciudad Autónoma, un total de 168 borregos y chivos- 
					durante el trayecto en barco de Algeciras a Ceuta.  
					 
					Los animales murieron asfixiados después de que las 
					temperaturas alcanzadas en los camiones en los que estaban 
					siendo transportados alcanzaran más de cuarenta grados.  
					 
					Bajo la supervisión de una de las veterinarias de la Ciudad 
					Autónoma, quien está previsto que realice el lunes un 
					informe al respecto, los animales fueron trasladados a 
					dependencias de la Consejería de Sanidad y Consumo en 
					Calamocarro. Las fuentes oficiales explicaron que la empresa 
					‘Athisa Medio Ambiente’ es la encargada de trasladar a los 
					animales a la península, donde serán incinerados. Asimismo 
					informaron de que cinco corderos serán serán retenidos por 
					la Ciudad y permanecerán en cámaras frigoríficas para 
					proceder a su análisis. 
					 
					Sin embargo, EL PUEBLO fue ayer testigo de las condiciones 
					en las que se encontraba la zona en la que los cuerpos de 
					los animales muertos estaban. Sangre en los camiones, y 
					ningún tipo de condición higiénico-sanitaria. 
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