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					La Fundación Baleària pone en marcha la segunda edición de ‘Expedicionària’, 
					un proyecto que permite participar a alumnos en programas de 
					educación medioambiental. Los estudiantes ceutíes pueden 
					formar parte del programa previsto por el Estrecho de 
					Gibraltar entre Ceuta y Algeciras para visitar el Mirador 
					Ornitológico del río Palmones, organizado por el colectivo 
					‘cigïeña Negra’. 
					 
					Después de la “gran acogida” que mereció la primera edición, 
					la Fundació Baleària ha puesto en marcha la segunda de ‘Expedicionària’, 
					un proyecto que permite a los alumnos de centros escolares 
					“participar a bordo de los barcos de la naviera en programas 
					de educación medioambiental para observar la biodiversidad 
					del medio marino, conocer la eficacia energética del 
					transporte marítimo y constatar los efectos del cambio 
					climático en el mar, tanto en el Mediterráneo como en el 
					Estrecho de Gibraltar”. 
					 
					Los estudiantes también podrán visualizar especies marinas, 
					“entre las que destacan las de los grandes cetáceos”, según 
					ha precisado la naviera este lunes a través de un comunicado 
					de prensa. 
					 
					En esta nueva edición, ‘Expedicionària’ amplía sus rutas con 
					un nuevo itinerario entre Palma de Mallorca y Barcelona. En 
					el ámbito del Mediterráneo, también se ha habilitado una 
					segunda ruta entre Palma, Eivissa y Dénia. Y en el Estrecho 
					de Gibraltar, continuará un año más el trayecto entre Ceuta 
					y Algeciras. 
					 
					Los alumnos de Ceuta podrán efectuar excursiones de una 
					jornada de duración acompañados de sus docentes y de 
					monitores del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra desde el 
					puerto ceutí hasta el de Algeciras. Desde allí se 
					desplazarán al Mirador Ornitológico del río Palmones, punto 
					de partida de un itinerario de reconocimiento del medio en 
					el que avistarán aves, espacios protegidos y distintos 
					hábitats. 
					 
					Según la compañía, “la importancia de realizar trabajos de 
					voluntariado para implicarse en la preservación del medio 
					ambiente tanto en la tierra como en el mar constituye otro 
					de los objetivos en las actividades realizadas en ambas 
					áreas geográficas”. La iniciativa permite a los jóvenes 
					“tomar conciencia de la negativa influencia del cambio 
					climático en el medio marino”, para lo que se efectúan 
					observaciones desde los buques “de los desperdicios 
					originados por la actividad humana, que servirán como base 
					de informes, con criterios científicos, para verificar el 
					estado actual del Mediterráneo y sus índices de 
					contaminación”.  
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