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					El que la banda terrorista ETA haya anunciado el cese 
					definitivo de sus acciones en España, no quiere decir que 
					haya que bajar la guardia en la lucha contra el terrorismo, 
					ni el de la propia organización vasca, ni el que proviene 
					del llamado terrorismo internacional. Todo lo contrario, es 
					en estos momentos cuando los servicios de información y los 
					secretos españoles deben afinar aún más su vista y oídos 
					para anticiparse a cualquier situación de riesgo que se 
					pueda vivir en nuestro país. 
					 
					La muerte de Bin Laden no ha significado la derrota de Al 
					Qaeda. La presencia de las fuerzas internacionales en 
					Afganistán no ha significado que la organización terrorista 
					se haya debilitado lo suficiente. Hace dos años EL PUEBLO 
					alertó de que el Sahel se estaba convirtiendo en el nuevo 
					Afganistán para Al Qaeda, y el tiempo, los informes y las 
					acciones (secuestros) están dando la razón. 
					 
					Por otro lado, el buenismo occidental denomina a las 
					sublevaciones en los países del Mediterráneo sur ‘la 
					Primavera Árabe’, toda una bondadosa visión de la realidad 
					en la que el islamismo gana terreno a pasos agigantados. 
					 
					El experto en Salafía Yihadía y analista del Instituto de 
					Estudios Estratégicos ha advertido en la publicación 
					‘Atenea’ que Al Qaeda sigue siendo una amenaza real para 
					España. “Desde el cambio de denominación del Grupo Salafista 
					para la Predicación y el Combate (GSPC) por el de Al Qaeda 
					en el Magreb Islámico (AQMI), tras el juramento de lealtad 
					por el actual líder argelino Abd Al Wadoud hacia el anterior 
					responsable de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y la continuidad 
					de ese compromiso con el actual líder de la organización 
					Ayman Al Zawahiri -comunicado de agosto de 2011-, las 
					actividades de la organización en el Magreb se vieron 
					sometidas a un cambio drástico en la medida que el objetivo 
					principal de la organización terrorista sería ‘trasladar el 
					infierno iraquí a las puertas de Europa’, con la finalidad 
					no solo de presionar con su presencia y acciones terroristas 
					a países de la Unión Europea, entre ellos España, sino 
					también para poder consolidarse en la región en aras de 
					derrocar a los gobiernos apóstatas -de falsos musulmanes-, 
					principalmente Argelia y Marruecos”, explica Estarella. Es 
					por ello por lo que uno de los objetivos de AQMI 
					“consistiría en implementar un llamamiento continuo a la 
					yihad no solo contra los países apóstatas sino también 
					dirigido contra España, en un intento de reclamar la 
					recuperación de Al Ándalus. Unas tierras que, para la 
					organización terrorista en el Magreb, tienen la 
					consideración de territorios musulmanes y que incluirían 
					parte de la Península Ibérica y las ciudades autónomas de 
					Ceuta y Melilla, además de los archipiélagos canario y 
					balear”. 
					 
					Tras quedar constituida la ramificación regional de la 
					organización terrorista en el Magreb (AQMI), a las órdenes 
					de Abd Al Wadoud, Ayman Al Zawahiri emitió varios 
					comunicados en los que instigaba al llamamiento para la 
					islamización de España, exigiendo también a los yihadistas 
					que ‘limpiaran la región del Magreb islámico de los hijos de 
					España’. El año siguiente -en septiembre de 2008- sería el 
					propio Abd Al Wadoud, en un discurso en vídeo dirigido a la 
					nación islámica del Magreb, quien amenazaba con un 
					llamamiento a la yihad contra los gobiernos apóstatas de la 
					región y de manera directa contra España, a la que 
					identificaba como ‘potencia colonial’. En su discurso, puso 
					de manifiesto que ‘para cualquier musulmán amante del Islam 
					no podía entenderse el hecho de hablar del Magreb sin 
					recordar que Ceuta y Melilla eran territorios musulmanes que 
					se hallaban ocupados por España’, y motivándolo por ‘la 
					complicidad existente entre nuestro país y diversas 
					organizaciones internacionales como la Conferencia Islámica, 
					la Liga Árabe o Naciones Unidas’. 
					 
					“Tanto Al Zawahiri como Abd Al Wadoud reciben información 
					sobre la actual situación que se vive en España, y no se 
					muestran indiferentes ante ella, fundamentalmente por el 
					interés que despierta nuestro país. Una de sus pretensiones 
					principales, además de la recuperación de Al Ándalus 
					-incluyendo Ceuta y Melilla-, es ‘golpear con extrema dureza 
					a nuestro país y quien tiene la responsabilidad de ejecutar 
					esas acciones en España es AQMI. 
					 
					Los de logística, financiación e inteligencia de AQMI 
					están infiltrados también en España 
					 
					En la actualidad,AQMI se halla estructurada en ‘tres grupos 
					operativos y un grupo de logística, financiación e 
					inteligencia’, todos ellos desplegados estratégicamente pero 
					muy bien interconectados. El primero de ellos, el más 
					peligroso y de mayor importancia en cuanto al número de 
					yihadistas y de acciones terroristas, es el que opera en 
					Argel dirigido y coordinado personalmente por Abd Al Wadoud; 
					el segundo y tercer grupo operan en la región del Sahel, 
					actuando en territorios de Mauritania y Mali (responsable de 
					secuestros a españoles) y el cuarto -el de infiltrados- 
					especializado en actividades de logística, financiación e 
					inteligencia, desplegado tanto en el Magreb como en España. 
					Dice Estarellas que este grupo es el que debe inquietarnos. 
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