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					El Puerto de Melilla, aunque no tiene nexo directo con el 
					nuevo trazado ferroviario, quedará enlazado con el corredor 
					Mediterráneo a través de su actual línea con el Puerto de 
					Almería y, en el futuro, con el Puerto de Cartagena, con el 
					que está previsto establecer nueva conexión mediante una 
					nueva ruta que también incluirá el puerto francés de Sete. 
					 
					A este respecto y según señala la citada fuente, Arturo 
					Esteban, Presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, 
					afirma que “el impulso al nuevo corredor ferroviario es una 
					extraordinaria noticia también para el Puerto de Melilla, ya 
					que potenciará todavía más su posicionamiento como puerta de 
					Europa al Norte de África, además de aportar a las futuras 
					cadenas lógicas y de transporte intermodal una dimensión aún 
					más global”. 
					 
					“Con el desarrollo de estas nuevas Redes Transeuropeas de 
					Transportes, y el consiguiente aumento del tránsito 
					portuario, cobra todavía mayor sentido la necesidad de poner 
					en marcha el proyecto de ampliación del puerto comercial, 
					que nos permitirá ser más competitivos y afrontar con éxito 
					los nuevos retos que se nos presentan. Además -prosigue 
					Arturo Esteban-, la ampliación permitirá dinamizar la 
					actividad económica de la Ciudad Autónoma y de su entorno, 
					contribuyendo a una mayor generación de empleo. Este 
					proyecto es, junto al desarrollo de nuevas líneas, nuestra 
					principal prioridad”. 
					 
					El Puerto de Melilla, uno de los puertos con mayor potencial 
					en España, fue el segundo en expansión durante los últimos 
					10 años, con un incremento del 13,99% en su tráfico 
					marítimo, se encuentra en una situación geoestratégica 
					privilegiada. Además, y debido a la condición 
					ultraperiférica de la ciudad, aporta el beneficio de un 
					régimen fiscal y regulatorio favorable, al objeto de 
					incentivar el establecimiento de particulares y empresas. 
					Otra ventaja es la posibilidad de aportación de valor 
					añadido a los productos semielaborados o materias primas que 
					provengan de África, Asia u otros mercados principales, 
					siendo posteriormente re-exportados como producto 
					manufacturado a la Unión Europea sin imposición de aranceles 
					adicionales. 
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