| 
                     
					Cientos de ceutíes visitaron durante la jornada de ayer a 
					sus seres queridos devolviéndole el color al cementerio con 
					numerosas flores. Como en anteriores ediciones, la lápida 
					del ex alcalde ceutí Sánchez Prado estuvo repleta de pétalos 
					de sus fieles devotos quienes años después mantienen en su 
					memoria el recuerdo de su trayectoria y dedicación a la 
					ciudadanía. Mayores y jóvenes acudieron hasta Santa Catalina 
					para mostrar a través de las flores que no se han olvidado 
					de los familiares que ya no están en esta vida terrenal y 
					que todavía siguen muy presentes en sus corazones. 
					 
					El cementerio recobra la luz el día de los difuntos. Alguna 
					que otra lágrima quedaba marcada a ras de suelo pero 
					pequeñas gotas de melancolía por la ausencia de padres, 
					madres, hermanos, hijas y familiares que ahora descansan en 
					otro paraíso, en paz y tranquilidad. Miles de ceutíes han 
					impregnado estos días el cementerio de Santa Catalina de 
					aires renovados, de calma y sosiego, de color y cierta 
					alegría que evitan que las nubes ensombrezcan la muerte, por 
					muy real y cierta que sea.  
					 
					Después de tanto tiempo los nichos amanecen más sucios de 
					como se dejaron y el familiar también aparece diferente, a 
					veces más cansado que el año anterior y en otros casos con 
					una alegría que demuestra que el tiempo ha sido benévolo. 
					Las arrugas, la caída del pelo o la cana se acentúan pero 
					las el cumplimiento con la tradición permanece intacta. 
					 
					Hay otros que, como los nichos y quienes los habitan, 
					permanecen a diario en este camposanto. Son los 
					enterradores. Ayer trabajaban todos ante la gran afluencia 
					de visitantes. “Cada año, quizás el día uno de noviembre es 
					el más flojo en afluencia ya que las personas que se acercan 
					lo hacen un par de días antes y así tener el día uno libre 
					para disfrutar de la mochila, pese a todo a primera hora de 
					la mañana si ha habido un momento de mayor bullicio”, 
					aseguró uno de ellos. La tradición que mantienen los mayores 
					y los vecinos de siempre visitando a los difuntos el 1 de 
					noviembre parece que se está transmitiendo a través de los 
					hijos y la así la cultura no queda lastimada. “Hace un par 
					de años no se veían tantos jóvenes por el cementerio y ahora 
					son cada vez más los que tienen la costumbre de venir a 
					traerle flores a sus familiares difuntos”, comentó uno de 
					los sepultureros.  
					 
					Paradójicamente, estos días de nostalgia cobran especial 
					protagonismo para los comerciantes de la flor, quienes 
					sitúan en un crecimiento del 30% las ventas de estas fechas, 
					algunos con respecto a todo el año y otros, en tres o cuatro 
					días, en referencia a un mes. Y “la clavellina, el clavel y 
					el crisantemo son las flores que más se demandan porque, 
					además, son las que siempre se han llevado a los difuntos. 
					De todas formas, los clientes van buscando otro tipo de flor 
					debido a la crisis, ya no piden lirios orientales de 
					importación que son más caras”. 
					 
					Floristería Lara, que lleva al servicio de los ciudadanos 
					más de 40 años, lo hace desde 14 frente al cementerio. Desde 
					allí señalaban que este año ha sido bastante más fructífero 
					que los anteriores y se ha notado una mayor presencia de 
					clientes comprando flores. Además también resaltaban que las 
					dificultades climatológicas han provocado este año que haya 
					habido menos flores y más caras pero que ese aspecto tampoco 
					se ha dejado notar y la clientela no ha escatimado a la hora 
					de adquirir sus flores. 
					 
					Tras adquirir sus flores, la gente entra por la puerta y 
					acude a las fuentes para llenar sus jarrones y darle vida 
					eterna a las plantas, único recuerdo que quedará con la 
					despedida de otro 1 de noviembre. Las flores sirven como 
					tarjeta de visita y dan sentido a la vida y la muerte. La 
					flor puede pasar de un estado a otro manteniendo su esencia: 
					a veces sirve para enamorar a una mujer y otras veces para 
					iluminar al difunto. “Sácanos en el periódico, a ver si así 
					los nietos de esta persona se acuerdan de él”, decía una 
					pareja ante la tumba de un fallecido sin tarjeta de visita.
					 
					 
					Finalmente, con respeto y con alegría centenares de ceutíes 
					pasaron por el cementerio para, mientras arreglaban los 
					nichos de sus difuntos, revivían esos entrañables recuerdos 
					que hacen que estos estén más vivos que nunca en los 
					corazones de sus familiares. 
   | 
                		
						
                  | 
                      
					“El alma de Sánchez Prado sigue velando por nuestro pueblo” 
					La humanidad del primer alcalde 
					republicano de Ceuta, Antonio López Sánchez-Prados, se ha 
					corrido como la pólvora entre los ceutíes a lo largo de la 
					historia, desde ese 22 de abril de 1931 que tomó posesión 
					del cargo hasta la fecha actual, ya que sin haberlo 
					conocido, la imagen de esta figura, hijo adoptivo de la 
					ciudad, no ha pasado desapercibida por ningún rincón de la 
					tierra. Así, el mausoleo dedicado al alcalde que sembró en 
					este pueblo valores de solidaridad con los más necesitados 
					volvía a mostrar como el cariño de los ceutíes sigue vivo a 
					través de centenares de flores depositadas en su lápida. 
					Cientos de detalles decorativos, decenas de flores, 
					plegarias y oraciones copan el protagonismo estos días en el 
					camposanto ya que pocos son los que cruzan su aposento y no 
					dejan, aunque sea, la esencia de un clavel ante la imagen de 
					Antonio Sánchez Prado, hijo adoptivo de la ciudad que supo 
					ganarse el cariño de todo un pueblo gracias a su gran bondad 
					y humanidad. 
   |