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					Un jurado popular en la Audiencia de Tarragona ha condenado 
					a 18 años y nueve meses de prisión a un vigilante de 
					seguridad por asfixiar y matar a su pareja, también 
					vigilante, que conoció a otro hombre a través de Internet. 
					 
					El 30 de septiembre de 2008, el acusado, Saturnino F., se 
					presentó en la casa de la madre la víctima, a donde ésta 
					había acudido con el hijo de ambos después de que la pareja 
					tuviese una discusión en el domicilio que compartían en 
					Altafulla (Tarragona). 
					 
					Llamó insistentemente a la puerta y tiró “por los aires” a 
					la perra que llevaba por lo que, ante esta situación 
					violenta, la víctima, María del Mar C., llamó a la policía 
					local que se personó en el domicilio, tal y como recoge la 
					sentencia. 
					 
					La policía detuvo a Saturnino y se dictó un auto de 
					protección a favor de la víctima que cuatro meses que 
					después retiró. 
					 
					Entre octubre y noviembre, María del Mar C. conoció a través 
					de Internet a Tomás L., un profesor de música de Ceuta de su 
					misma edad -25 años- y 15 años menos que el acusado con el 
					que continuó su relación “con constantes altibajos”. 
					 
					Saturnino F. descubrió la relación virtual entre su pareja y 
					el profesor de música al entrar en su ordenador personal, y 
					le dijo que si se iba con otro la mataría. 
					 
					Cuando María del Mar C. decidió viajar a Málaga para conocer 
					personalmente a Tomás L., el acusado se ofreció y ella 
					aceptó que la llevase al Aeropuerto de Barcelona. 
					 
					Sin embargo, al llegar a Málaga recibió decenas de llamadas 
					de Saturnino F. que le pidió que volviese ese mismo día a 
					Barcelona, diciéndole que ya le había reservado un vuelo 
					para esa noche y ella aceptó. 
					 
					A su llegada, hicieron noche en un hotel de Barcelona, y 
					emprendieron el regreso hacia Altafulla, trayecto en el que, 
					tras recibir alguna llamada de Tomás L., la víctima le dijo 
					al acusado que se estaba plantando la posibilidad de dejar 
					la relación. 
					 
					Saturnino F. se desvió de la carretera nacional y condujo 
					hacia un lugar solitario en el que, fuera del coche, asfixió 
					a su pareja hasta matarla, y le hizo un par de cortes en las 
					muñecas para simular el suicidio, tras lo que metió el 
					cadáver en el maletero. 
					 
					Tras asesinarla, el acusado telefoneó al director de 
					Justicia de la Generalitat en Tortosa, a quien conocía desde 
					la infancia, que le convenció y le acompañó en su propio 
					coche a la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Les 
					Gavarres (Tarragona). 
					 
					Por todo ello, el jurado ha decretado 18 años de prisión por 
					un delito de asesinato y nueve meses más por amenazas, 
					además de prohibirle acercarse al hijo que tenía con la 
					víctima durante diez años después de cumplir la condena, y a 
					quien deberá indemnizar con 300.000 euros. 
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