El extraordinario ‘tapón’ que se ha producido en el acceso a
Marruecos porque las autoridades marroquíes no han podido
absorber con fluidez tanta presencia de vehículos durante la
jornada de ayer, ha motivado que se produjeran colas de
hasta 2,5 kilómetros que se iniciaba justo desde la bajada
de San Juan de Dios hacia Martínez Catena.
La llegada en los ferries de centenares de magrebíes que
regresaban a Marruecos para disfrutar de la Fiesta del
Cordero, y el regreso de miles de marroquíes que han
aprovechado la mañana del sábado para aprovisionarse en los
supermercados de la ciudad, así como la cierta relajación de
las autoridades marroquíes, han provocado colas kilométricas
que colapsaron la nacional poniendo en serias dificultades
los accesos y salidas de las ambulancias para las
emergencias, que tuvieron que tomar otra ruta alternativa de
mayor recorrido.
La Guardia Civil tuvo que disponerse en todos los cruces de
la Avenida Martínez Catena para evitar un mayor colapso,
dado que la frontera no absorbía con fluidez la llegada de
vehículos para acceder a Marruecos, y que las carreteras
secundarias, ramales de la Nacional que acceden a las
distintas barriadas del extrarradio de la ciudad, quedasen
bloqueadas.
La parte española de la frontera permanecía totalmente
abierta para el acceso al vecino país y el atasco se
iniciaba en la parte marroquí. Mismo caso que sucedió, pero
a la inversa, este pasado jueves cuando la frontera española
no absorbía con fluidez el ingente número de vehículos que
se disponían a penetrar a Ceuta. La cola de automóviles se
prolongó hasta Castillejos. Es curioso que sólo 48 horas
después Ceuta padezca lo que padeció antes el lado marroquí.
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