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OPINIÓN - DOMINGO, 6 DE NOVIEMBRE DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Callejeando por Ceuta con los
candidatos del Partido Popular


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Callejeando por Ceuta con los candidatos a quienes les ha dado por sabadear y montar excursiones- incursiones por todos los enclaves de Ceuta, para compartir a pie de acera una campaña en la que se palpa el entusiasmo y el contento de los ciudadanos. Realmente no se sabe quien se acerca a saludar a quien, porque cuando aparece la PPP= Peña del PP que van en plan multitud llega un momento en el que es imposible distinguir a la comitiva de los espontáneos que se van sumando con toda la pinta de “estar encantados de haberse conocido”. Así ayer sábado lo que empezó como una visita más o menos ordenada acabó como una especie de manifestación en el mercado central, todos saludando a todos, pidiendo los sobres de las papeletas, las chucherías de publicidad, dando y recibiendo mensajes con toda la pinta de eslóganes en plan “Y a partir del 20N ¿Cuanto vais a tardar en arreglar “esto”?”. Con más de uno y más de veintiuno haciendo las compritas del fin de semana entre apretón de mano e improvisado posado para fotos hechas con móviles. Por ejemplo el futuro senador Sierra al que se le ve muy inteligente porque tiene dos o tres licenciaturas, lleva sus conocimientos a productos, calidades y comparación de precios, lo que demuestra que es de los que se alargan a hacer la intendencia y además compró algo porque entró en el mercado con las manos vacías y al rato llevaba una bolsa verde de plástico,que yo lo vi y soy fedataria, mientras aprovechaba para hacer alguno de sus sarcásticos comentarios sobre la oposición, que le teme más que a una bala verde. El diputado Paco Márquez creo que no hizo la compra, pero se despachó a la entrada con una serie de declaraciones que hicieron aumentar el barullo y a los interesados que se acercaban a oler y a enterarse. Fallo garrafal. No se puede comparecer “ante los medios” en medio de la calle y hablar en un tono normal, por una sencilla razón, allí se veía que los viandantes eran afiliados-allegados-simpatizantes- votantes del PP y al ver al diputado se acercaban atraídos como moscas a la miel, para enterarse de lo que estaba contando, pero no podían oír nada, por mucho que alargaran el cuello e incluso ni llegaban a ver a los candidatos, porque la primera y la segunda fila estaba totalmente copada por las cámaras de televisión, los fotógrafos y los periodistas con las grabadoras. Así la gente decía “¿Qué dice, qué dice? ¿Cuenta por cuantos puntos vamos ya ganando?”. Para mí que aunque parezca algo achabacanado y propio de la venta ambulante, lo menos que podría hacerse para no defraudar a la gente es comparecer con un megáfono que no sea muy cantoso y si se lía la rueda de prensa aunque sea improvisadamente, que el personal que se arrima con la ilusión de ver y de escuchar a sus candidatos y sobre todo para hacerse fotos con ellos en plan “coleguéo” no se tengan que retirar decepcionados, esperando tener más suerte la próxima vez que los políticos se pongan a tiro. La visita se debería repetir, con idéntica organización (Infalible Yolanda Bel habemus) pero con medios técnicos para que todos se enteren y parada final en la cafetería de dentro del mercado para darnos un convite de café con churros. Porque no se puede tener a la prensa así, a palo seco y con tanto desapercibimiento. Y que no piensen que por regalarnos pastilleros con la gaviota, espejos y bolígrafos nos vamos a consolar porque, que yo sepa, por mucho que apriete el hambre que según la sabiduría ancestral es “puta y ladrona” ningún periodista se ha comido jamás un pastillero aunque que lleve la gaviota.Tampoco pueden alegar los candidatos “un despiste” y excusarse con que ignoraban la existencia dentro del mercado de lugares donde la gente se acerca y les sirven un café para entrar en calor, ya saben, los bares, porque precisamente Luz Elena Sanín tuvo que hacer una intempestiva parada en un barecito a requerimiento de los clientes que querían fotografiarse con ella y no sólo eso, sino que deseaban fotografiarse “dándole un beso”. Dicho y hecho, la biznaga de acero en plan ¡muac,muac! y aclamada por el mujerío que le daba ánimos en un tono tal que parecía que la senadora se iba en un contingente de cascos azules para Libia en lugar de a unas elecciones. “¡Luz Elena, da la cara por las mujeres!” Requerimiento -estrella y petición repetida por parte de quienes se separaban de los puestos para pedirle papeletas. Y pedirle un mágico toque de esperanza “Luz Elena ¿Está usted segura de que vamos a ganar?”. La Sanín asentía “Si Dios quiere” y es que a esta madre coraje parece que cuando el padre cura le echó en la sesera las aguas bautismales se le quedó un tatuaje en el corazón de la Patria chica Colombia, de la Madre Patria España y del buen Dios siempre en la punta de la lengua. ¿Con qué puedo comparar las incursiones de Luz Elena cuando se mezcla entre el personal? Pues igualito que cuando la inmortal Sara Montiel aterriza por “su” pueblo que es Campo de Criptana donde tiene un museo y siempre la esperan las autoridades junto a la banda municipal que hace sonar “La Violetera” ya saben “Como aves precursoras, de primavera, en Madrid aparece, la violetera...” ¡Miren. miren, los pelos se me ponen como escarpias! Al igual que a cualquiera parido entre los cincuenta y los sesenta y acunados por las románticas canciones de nuestra “Saritísima” “Cómpreme usted este ramito, que no vale más que un real... Cómpreme usted este ramito cómpremelo señorito “pa” lucirlo en el ojal”.

¡Ay como es esta España nuestra, tan del alma y tan cañí! Donde los candidatos del cambio y del recambio, de la regeneración y del renacimiento (en Francia lo llamaron Rénaissance así de almibarados son los gabachos) irrumpen entre los puestos de frutas que revientan de colores, se acodan entre lechugas para estrechar la mano del tendero, prueban una aceituna de una orza de barro, aprovechan para comprar el pan, comentan con seriedad los precios del pescado y acaban andorreando Paseo del Revellín tirando para arriba mientras los vientos del Estrecho acumulan nubarrones en el horizonte y el tema tiene toda la pinta de que van a caer chuzos de punta . Y les digo que Luz Elena, Paco y José Luis puede que sean muy expertos y muy intelectuales, con más licenciaturas que pelos en las ingles, políglotas y tecnócratas. Eso está bien. Pero no vale nada si se comparan todas esas excelencias con la cualidad que en los tres, a mi entender, resulta más destacable : son tres personas buenas.
 

¿Es casualidad que “noticiero” rime con “ruinero”?


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Opino que la noticia no pertenece al género de las leyendas urbanas, ni tampoco al de las leyendas rurales ya que estas últimas parecen circunscribirse a la aparición de licántropos peludos que devoran a campesinas en noches de luna llena y de nebulosas apariciones de la Santa Compaña y ello en la zona galaico-portuguesa (explicación: de ahí que según las estadísticas del Ministerio del Interior las bandas de ladrones del Este no asolan los campos y roban las cosechas en Galicia, porque les puede acometer el Hombre Lobo o toparse con una excursión de difuntos y eso les asusta). Aclarada la cuestión resulta innecesario exponer lo que todos sabemos : que los telediarios parecen una mezcla de aquel siniestro diario de tiempos de la Oprobiosa llamado “El Caso” que era una especie de muestrario de hechos sangrientos y de delitos escabrosos (su análogo italiano era el “Crónaca Nera” más espantoso aún) junto a noticias de atentados en países conflictivos con innumerables víctimas y agoreros informes económicos, más las cifras alarmantes de la progresiva e imparable escalada del paro. Lógico que los ciudadanos se sientan agobiados por la avalancha cotidiana de desgracias, desastres y calamidades, algo que genera una sensación de agobio y una especie de ansiedad ante la inminencia de tragedias en la población. Y así no se puede vivir porque produce un gran desgaste psicológico difícil de sobrellevar.

Cuando la guerra de Vietnam, en la que diariamente morían soldados americanos y que no generaba más que malas noticias, cuentan que se llegó a una especie de acuerdo ético entre los medios de manera que informaban puntualmente, pero a la información de contenido negativo se contraponían buenas noticias en compensación. Porque las hay. No puede existir ningún lugar con excepción de los siniestros regímenes dictatoriales, donde no sucedan “cosas buenas” y la astucia del periodista ha de consistir en ese caso en buscar, indagar, investigar y destacar la faceta más positiva de la actualidad para contraponerla a las desgracias. Así se ofrecía un amplio espectro, pero nunca un sempiterno “reverso tenebroso” de la vida cotidiana que parece dirigido a asustar a los televidentes.

Y esto evidencia la necesidad perentoria de que en España, la regeneración y el renacimiento nos traigan innovaciones que ya son viejas en otros países donde los Gobernantes tienen mayor empatía hacia la población. Entre ellas mi tema-fetiche que son los Directores Generales de Salud Mental en cada Autonomía, como en EEUU los tienen en cada Estado y que se dedican a salvaguardar la salud mental de los ciudadanos. ¿Ejemplos? Recuerden nuestros horroroso 11 M desde los primeros instantes, no se ahorraron fotos de víctimas que emergían sangrando de los andenes, restos mortales, espantosos destrozos, todo ello emitido una y otra vez. Nadie, nunca jamás ha visto la foto de una sola víctima del 11S, ni un herido, ni un cadáver, absolutamente prohibido porque esas imágenes causan un gran dolor en la población, son traumáticas y son una falta de respeto a las víctimas. Lo mismo sucede en Israel, por duro que haya sido el ataque terrorista de turno, nunca aparecen soldados muertos ni víctimas civiles en los medios e ignoro si los judíos cuentan con el férreo asesoramiento de Directores de Salud Mental que conozcan lo que se le debe ahorrar a los ciudadanos, pero en este caso, el de Israel, lo que sobra es dignidad y no permiten “airear” a sus muertos ni capitalizar a sus heridos.

No obstante no hay mal que por bien no venga y si los seres humanos no cometiéramos errores nunca aprenderíamos, opino que hasta ahora se ha dado una especie de “patente de corso” sin pararse a meditar sobre los perjuicios que ocasionan las noticias atroces y contadas con pinceladas dantescas, pero también se necesitan a lo largo de la vida modelos de referencia y cómo aprender es un privilegio que nadie desestima a no ser que se trate de un ceporro indigente mental, siempre podemos fijarnos en los que hacen otros, eso se llama “tomar ejemplo” y es una frase muy en desuso ya que vivimos en una sociedad de prepotentes y de enteradillos que rara vez poseen la grandeza de la humildad. Pero si se tiene la suerte de poder “tomar ejemplo” de algo o de alguien (perdón, para no ser sexista debería decir algo-alga y dentro de las algas para mí la más completa es la espirulina aunque todas ellas resultan muy saludables y confieren longevidad) repito si nos podemos “copiar” y aprender de quienes son más listos, pues bendito sea Dios. ¿Qué persona mental y espiritualmente saludable no desearía haber tenido o tener en su existencia un Guía o un Maestro lleno de bondad y de sabiduría , dispuesto a encauzarle y a ayudarle a crecer? ¡Quien pudiera!. Pero mientras se encuentra o no se encuentra un Guía lo mejor es que estemos más o menos dirigidos por expertos y lo de los Directores de Salud Mental son dictámenes y consejos de expertos capaces de indicar que no se abrume a la población con calamidades porque ello repercute y mucho en las consultas de psiquiatría.

¿Leyenda urbana el acuerdo sobre contenidos informativos de forma que sean lo menos letales posibles? No parece una entelequia y regenerar un país conlleva una responsabilidad de la hostia, con perdón del uso de la denominación de la sagrada forma, porque implica cambiar y renacer que es volver a nacer y volver a empezar. ¿Y a quien o a quiena (suena a quena que la tocan los quetchuas tiririii...) no les ilusiona participar en la construcción del bloque de viviendas donde se encuentra su propia casa? Y más todavía con la Banca acojonadita y soltando créditos blandos a troche y moche para hacerse perdonar sus felonías. Eso es ¡Que regeneren la Banca!. Y que nos hagan pasar momentos de contentos ante la televisión con este ejemplo de buena noticia.
 

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