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                     No se le ponen las cosas muy a 
					favor, desde el principio de la campaña a Rubalcaba, porque 
					al ambiente que se respiraba, ya de antemano, ahora sale el 
					CIS con una encuesta que, si no está manipulada, indicaría 
					que “todo el pescado está vendido”. 
					 
					Casi 17 puntos de ventaja, según esa encuesta, es la 
					diferencia que lleva Mariano Rajoy, 17 días antes de que se 
					celebren las elecciones. Suficiente, a todas luces, pero con 
					Rubalcaba enfrente no se puede cantar victoria, ya que es 
					capaz de vender un tranvía a cualquiera, aunque no hayan 
					puesto los raíles y aunque no haya sitio en las calles, para 
					que circule. 
					 
					Y el primer escollo que puede encontrar Mariano Rajoy, en 
					todos los días de campaña, puede estar el debate de esta 
					noche, por muy bien preparado que lo lleve todo. 
					 
					Y es que en una teledemocracia, por mucho que sepas, por 
					bien preparado que vayas o por muy íntegro que seas, no 
					basta eso, porque lo importante está, también, en la imagen 
					que te saquen con las cámaras, para dar una buenísima 
					impresión y, ni siquiera en esto, hay que fiarse de los 
					trucos y las maniobras de Rubalcaba, entre bambalinas. 
					 
					Ahora mismo, hay elementos en la escena para que Rubalcaba 
					se sentara en la cuneta y dejara que pasara el tiempo hasta 
					el día 20, ya que, en teoría, no tiene opciones, con los 
					cinco millones de parados, con la tormenta de Blanco y con 
					la propia situación de su partido. 
					 
					Con todo, yo, que al ponerme delante del papel no tengo 
					colores, creo que el debate de esta noche puede ser el gran 
					día de Rubalcaba y, también, la última ocasión para romper o 
					recortar esa barrera, casi infranqueable, que ahora tiene 
					que saltar. 
					 
					Las diferencias, en la encuesta, son inmensas, 195 escaños 
					para el PP por, escasamente, 120 para el PSOE, estando en la 
					recta final, son muy difíciles de salvar. 
					 
					A lo largo de los 34 años, un poco largos, desde las 
					primeras elecciones democráticas, del 15-J, han sido muchas 
					las veces que ha habido que ir a las urnas, con varios 
					triunfos, seis en concreto, en los años 82,86,89, 93, 2004 y 
					2008, por parte del PSOE, frente a cuatro derrotas 77, 79 
					con victoria de UCD, y 96 y 2000 con victoria del PP, pero 
					nunca ha habido una situación como la actual, y nunca el 
					PSOE se ha visto, desde antes de comenzar la campaña 
					electoral, totalmente, derrotado, desde todos los ángulos. 
					 
					Con todo esto, con los pros y los contras de unos colores o 
					de otros, el mano a mano de esta noche ¿Qué puede aportar?. 
					 
					En condiciones normales, Rubalcaba es más actor, miente más, 
					sabe vender, mucho mejor, la moto, pero lo malo es que, por 
					mucho que quiera mentir, los cinco millones de parados no 
					van a encontrar trabajo esta noche y la marcha ascendente, 
					con otros 134.182 parados más, en el mes de octubre, juegan 
					en contra suya. 
					 
					Siendo, que lo es, un buen actor, Rubalcaba, sabiendo 
					interpretar, que interpreta, sabiendo fingir, que lo sabe, 
					el debate no le va a dar cancha suficiente para enjugar una 
					diferencia como esta, con la cima más alta del PP, en todas 
					las elecciones y con los peores resultados del PSOE, en 
					teoría, que pueden ser incluso peores que los que obtuvo 
					este partido en el año 2000. 
					 
					Para terminar, el debate de esta noche aportará un poco más, 
					al número circense de las elecciones que van a tener lugar 
					el próximo día 20 de este mismo mes. 
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