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                     Nos acercamos de ua forma rápida 
					al 20 N, que como quien dice está ya a la vuelta de la 
					esquina. Ese día se celebran las elecciones generales para 
					elegir a los que gobernaran España. Digan lo que digan, que 
					siempre hay quienes dicen algo, es una obligación y un deber 
					el que todos los españoles, en edad de hacerlo, acudan a las 
					urnas a depositar sus votos.  
					 
					Nadie debe dejar de hacerlo. No cumplir con ese deber nos 
					puede llevar a que nos gobiernen quienes no deseamos que lo 
					hagan. De la misma manera, sin cumplir con esa obligación, 
					nos quitaría el poder realizar critica alguna a ese gobierno 
					que no queríamos que saliera elegido de las urnas, 
					precisamente por no haber ido a depositar nuestro voto. 
					 
					Qué usted no le quiere dar su voto a ningún partido, por no 
					estar de acuerdo con ninguno de los programas de los mismos, 
					no le dé su voto a nadie pero vaya a votar, aunque su voto 
					sea en blanco. Un voto en blanco se contabilizará a la hora 
					del recuento final de las papeletas al cierre de los 
					colegios electorales. 
					 
					Qué usted piensa, que en la lista que lleva su partido más 
					afín a sus ideas, no van los mejores o algunos que usted 
					tiene el convencimiento que deberían ir y otros que han 
					aparecido como candidatos que no le conocen ni en su casa, 
					en ese partido más afín a sus ideas, pues vote a quien crea 
					que le puede representar mejor dentro de las ideas que usted 
					tiene 
					 
					Pero, vamos, esto de encontrase en las listas de los 
					partidos a personajes que usted nunca se imaginó que podrían 
					ir en ellas, y no encontrarse a otros con méritos más que 
					reconocidos que, según su criterio si que deberían ir en las 
					mismas, eso ocurre en las listas de todos los partidos 
					donde, precisamente, a pesar de todo cuanto digan sobre los 
					comités y todo eso el que decide, al final, quién o quiénes 
					irán en la listas será el manda de turno. 
					 
					Que lleva usted más razón que un santo, al pensar que hay 
					otros personajes en su partido que, sin duda alguna, 
					deberían ir en la listas, mucho ante de esos otros que han 
					aparecido como por arte de magia y que le ha dejado a usted 
					sin poder salir de su asombro. Mi consejo, si le vale para 
					algo, a pesar de no ser quien para darle consejos es que no 
					debe de preocuparse, eso ha pasado siempre y seguirá 
					pasando, mientas exista esa frase que dijo aquel : “quien se 
					mueva no sale en la foto” . Y el que manda, manda, y 
					cartucho al cañón. 
					 
					Y no vaya contra los deseos del manda de turno, porque 
					entonces, dentro del partido si usted, por un suponer, 
					aspira a algo aunque sea que le coloquen a algunos de sus 
					hijos, va a tener usted menos porvenir que un mono con 
					vértigo. 
					 
					No hay peor cosa, en un partido político, si se aspira a 
					conseguir algo, que llevarle la contraria o hacer alguna 
					critica de las decisiones del manda de turno. Su nombre será 
					apuntado en la libreta del manda. Esa libreta de anotar los 
					nombres de todos aquellos que no están en su ”cuerda”, para 
					ponerle el calificativo de persona “non grata”, con lo cual, 
					tal y como le decía un poco más arriba, su porvenir está mas 
					negro que el porvenir de un mono con vértigo. 
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