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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 9 DE NOVIEMBRE DE 2011

 
OPINIÓN

Las Fuerzas Armadas en el debate

Por Antonio Gómez


Como millones de españoles seguí con avidez, implementado por mi condición profesional, el cara a cara entre Alfredo P. Rubalcaba y Mariano Rajoy.

Me llamaron la atención muchas cosas, eso es cierto. Más allá de ver al candidato socialista en plan sesión de control al presidente del Gobierno, cuestionando más sobre el proyecto popular que ensalzar el propio, vi a un Rubalcaba que pareció improvisar el pésame a las Fuerzas Armadas y a los familiares del sargento Moya, abatido en acto de servicio en Afganistán al ver que de ese modo comenzaba su intervención Rajoy en su primer turno de palabra. Dio la sensación de no tenerlo preparado y salir sobre la marcha de la situación.

Pero al margen de eso y de que se haya criticado por activa y por pasiva, desde el PSOE, a los anteriores Gobiernos Aznar de participar en el conflicto bélico de Irak, sin cuestionarse al menos qué hacemos actualmente en Líbano, Afganistán o qué hemos hecho en Libia, Alfredo Pérez Rubalcaba mencionó formas de minorar la crisis recortando, entre otros, en las Fuerzas Armadas.

Esto es algo que realmente llama la atención, sobre todo en Ceuta, donde los recortes ha sido de tal calado, que ha cambiado absolutamente el papel disuasorio del Ejército en la Ciudad Autónoma, por el de estampa costumbrista porque así lo ha querido Carmen Chacón y así lo han asentido los ‘babucheros’ al mando de nuestras Fuerzas Armadas, por debajo del Rey, esos que entre otras cuestiones sirven para llevarle el bolso a doña Carmen y no elevan su voz bajo ningún concepto ante las dificultades que asumen y tragan a la hora de ser operativos y estar preparados para cumplir con la misión más importante que se le encomienda al Ejército en la Carta Magna en su artículo 8: Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Decir como dijo Rubalcaba lo del recorte en las Fuerzas Armadas es para llevarse las manos a la cabeza. Un país, que se precie de ser una potencia internacional, necesita un ejército moderno, preparado y bien dotado. Lo contrario es hacer el papel de bobo ante el necesario escenario en que debe estar España a nivel internacional. España es una gran nación que debe contar con una economía fuerte, con niveles de paro similares, como máximo, a la media europea, con una educación de primer orden, con una sanidad de excelencia, con unas políticas de protección social cubiertas por las aportaciones de los millones de trabajadores con los que debería contar España en las empresas inversoras y confiadas en una buena gestión estatal, y con unas Fuerzas Armadas como Dios manda. Lo demás son milongas.
 

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