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Aunque como es lógico, la
convocatoria electoral eclipsa la posterior, la celebración
de la Navidad, la Ciudad continúa con los preparativos de la
que, sin duda, es una señalada cita religiosa y sentimental,
familiar, pero también una oportunidad de negocio para
muchos comerciantes, sobre todo para ese pequeño comercio
ceutí que es uno de los pilares de la economía local. Para
incentivarlo se ha decidido ya adelantar el encendido del
alumbrado navideño al día 1 de diciembre, casi a la vuelta
de la esquina. Además, esta medida se ha combinado con otra
no menos importante en estos tiempos, como es el ahorro de
energía y de recursos económicos. El programa y la elección
del cartel, en marcha, también forman parte de estos
precoces e importantes preparativos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
