Según la última encuesta
realizada, a tan sólo una semana de las elecciones
generales, muestra que no sólo el Partido Popular ganaría
las mismas, si no que aumenta su ventaja sobre el PSOE que
conseguiría los peores resultados desde que se instauró la
democracia en nuestro país.
El Partido Popular, según esta encuesta alcanzaría los 198
escaños, mientas el PSIOE sólo conseguirían 112 diputados.
Ante todo esto, ante ese debacle que según la última
encuesta puede tener el PSOE en esas elecciones, la pregunta
que se deben hacer en al seno del partido socialista es, sin
duda alguna, Cuáles son las circunstancias que les han
llevado a conseguir los peores resultados de toda su
historia, en el supuesto que sea cierto esa encuesta.
No hace muchos días escribí en esta misma página, que la
campaña que estaba llevando a cabo el PSOE no era la más
adecuada. Era mi opinión sobre la misma. Una opinión que a
igual que el resto de las opiniones son igual de
respetables.
Por principio he tenido la creencia que los socialista,
partían en esta campaña, como derrotados antes de iniciar la
misma. Los cinco millones de parados y la actual situación
económica, eran dos lastres que pesaban como una loza a la
hora de presentarse a estas elecciones, con una mínima
esperanza de poder ganarlas.
La participación de Felipe Gonzáles y Alfonso Guerra en la
campaña, no iban a aportar nada a la misma que pudiera
beneficiar al PSOE, en su afán de ganar estas elecciones
generales. Nunca segundas partes fueron buenas, y mucho
menos llevando a esos mítines los mismos y caducos discursos
de los años ochentas.
Han pasado muchísimos años, desde aquella fecha, y el pueblo
español aunque algunos no lo crean ha avanzado lo suyo. Se
han caídos las boinas de las cabezas que llevaban algunos
caladas hasta las cejas. Se ha perdido el miedo a que cuando
lleguen los otros se van a comer a los niños crudos. Los
españoles han dejado de creer que si llegan a gobernar los
populares, todo va a ser un auténtico desastre y que la cosa
irá a peor.
El PSOE con su candidato e las generales, Pérez Rubalcaba,
en el debate frente a Rajoy, trató de atraerse el voto de es
porcentaje de indecisos que aún estaban pensando a quién
votar. Y Pérez Rubalcaba, junto a sus asesores, se equivocó
a plantarle a Rajoy sus preguntas como si, en realidad, este
fuese ya el presidente del Gobierno y no el candidato de los
populares que a igual que él se presentaba a unas
elecciones.
Prueba de esos errores cometidos que en vez de conseguir que
ese porcentaje de indecisos les diera sus votos, ha
conseguido lo contrario, que esos indecisos con sus votos,
sirvan para aumentar la ventaja de los populares sobre los
socialistas
Rajoy se limitó, en ese debate, a verlas venir sin mojarse
lo más mínimo, a sabiendas que era el ganador de las
próximas elecciones generales. Y como buen gallego, en todas
sus contestaciones, usted no sabía si iba o venía.
Rajoy, por supuesto, no tiene ninguna varita mágica para
solucionar todos los problemas que padecemos pero es, sin
duda alguna, ese clavo ardiendo al que se aferran los cinco
millones de parados. Esa esperanza unida a la mala campaña
socialista está haciendo que aumente la ventaja en intención
de votos.
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