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                     Un campo nuevo, para vivir fuera 
					de la ley, pero este campo, que ahora pretenden ir 
					reduciendo, ni es de hoy, ni son hechos aislados y en esta 
					columna ya hemos hablado de ellos. 
					 
					Veo en la prensa de Ceuta que la Policía Local ha 
					denunciado, en este año, a 18 taxistas piratas. 
					 
					La expresión no me acaba de gustar, porque esos 18 no eran 
					taxistas, más bien impostores, que sin licencia se hacían 
					pasar por taxistas y sin ser un vehículo acondicionado para 
					taxi se hacían pasar por tal. 
					 
					La cuestión no es para tomársela a broma, por cuanto estamos 
					ante una actividad de economía sumergida que daña, en primer 
					lugar a los clientes que suben a ese vehículo, creyendo que 
					es un taxi, sin serlo y daña, además, al sector del 
					transporte de viajeros en vehículos. 
					 
					Sigo viendo en la prensa que el pasado fin de semana se han 
					realizado tres actuaciones y que el Cuerpo municipal ha 
					abierto hasta un total de 45 investigaciones, con lo que 
					volvemos a lo que yo decía más arriba, esto ya no es una 
					cosa de tres gamberretes, aquí hay algo organizado y bien 
					organizado. 
					 
					Dar con todo este entramado no me parece lo más complicado, 
					porque Ceuta no es demasiado grande, el número de taxis es 
					limitado y tanto las personas de “ a pie”, como los propios 
					taxistas, más estos, podemos distinguir cuando estamos en un 
					taxi de verdad y cuando nos está llevando alguien que se 
					quiere hacer pasar por taxista. 
					 
					Y a todo esto ¿Qué se dice desde el gremio del taxi de 
					Ceuta?¿No se dice nada? ¿No sé, no contesto?. Mal me 
					parecería esto, pero peor me parecería que esta situación no 
					se cortara de inmediato. 
					 
					La parte positiva, que debemos resaltar, está en que de los 
					vehículos implicados, hasta ahora, han sido precintados seis 
					de ellos. Un primer paso bueno y acertado, pero lo que me 
					produce cierta extrañeza es que otros cinco están a la 
					espera de que se ejecute la decisión de aprehensión, con la 
					que se finalizará el expediente administrativo que ha 
					instruido la Administración. 
					 
					Y como esto no parece que sea propio de un pequeño grupo, 
					sino algo que va a ir a más, parece que hay otros cuatro 
					expedientes que se encuentran en proceso de tramitación. 
					 
					Mucha “piratería taxística” nos parece todo ello, si es que 
					no se corta, de verdad, habrá que ir añadiendo todo el goteo 
					que va surgiendo de un día para otro. 
					 
					Ya va siendo hora de que esto se corte, como parece que se 
					deduce de un comunicado que ha remitido el gabinete de 
					prensa de la Ciudad, donde se resalta que “la Policía Local 
					seguirá luchando contra el uso de vehículos sin licencia 
					para el transporte de viajeros”. 
					 
					Es lo que hace falta, pero lo extraño de todo esto es que 
					una situación de este tipo no haya sido cortada, desde hace 
					tiempo, porque es algo que se viene dando desde hace muchos 
					meses atrás y parece que ahí sigue. 
					 
					Vamos a ver si esto ya es definitivo, el hecho de que la 
					Consejería de Presidencia y Gobernación y la Vicepresidencia 
					Primera de la Asamblea se hayan coordinado en la lucha 
					contra este tipo de vehículos piratas. 
					 
					Dieciocho kilómetros cuadrados parece que dan para muchas 
					anomalías, pero en estos dieciocho kilómetros cuadrados, si 
					se quiere, hay muchas posibilidades de tener el control 
					sobre casi todo y muy especialmente sobre los servicios 
					públicos tan a la vista como el del taxi. 
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