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OPINIÓN - LUNES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2011

 

OPINIÓN / ANALISIS

España en general y Ceuta en particular apuestan por el futuro y se suman al cambio
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

El inmenso júbilo de los millones de españoles que han votado al Partido Popular y a un cambio que implica regeneración, renovación y renacimiento de la España que ayer era vitoreada y cantada por todos, no implica el que no seamos plenamente conscientes de que el PP va a tomar las riendas de un país arruinado y emplazado ,por el momento, en el vagón de cola de Europa. Peor herencia aún que la dejada por el felipismo en 1996. De ahí que el reto a afrontar esté mucho más cargado de emoción. Y el compromiso asumido con quienes han padecido los rigores de los ya pasados años de plomo, represente un juramento que no una promesa (nosotros juramos no prometemos) así, la convicción de millones de españoles de que los populares cumplen de manera rigurosa, se ha expresado en las urnas. Y al tiempo ha sido acogida con indudable alivio por Europa.

Con respecto a Ceuta los analistas han comprobado de nuevo que el partido que preside Juan Vivas cuenta con un electorado fuertemente “fidelizado” y repite resultados anteriores otorgando un escaño al disputado Márquez cuya valía no es “presunción” sino realidad, al nuevo senador José Luis Sastre y a la carismática Luz Elena Sanín. Tres pesos pesados dentro del organigrama del PP y una campaña diseñada al milímetro por Yolanda Bel que ha desplegado un alarde de eficacia y lo que es más relevante : de innovación y creatividad. Si el triunfo ha sido absoluto a nivel nacional, a nivel de Ceuta ha sido demostración fehaciente de cómo la espléndida gestión del Presidente Juan Vivas dirigiendo el futuro de la ciudad ha dado de nuevo sus frutos. La credibilidad del Gobierno ceutí constituye así un “todo” con el sentimiento de confianza hacia la forma y el fondo de todo aquello que representa el PP. Consiguientemente si la labor de análisis consiste en leer entre líneas partiendo de los resultados, la evidencia es que existe un núcleo de votos populares firmemente arraigado que se mantiene fiel, porque se ha respondido a sus anhelos y expectativas por parte de quienes nos gobiernan. Y pese a los embates desaforados de cierta oposición, el desgaste del PP es inexistente y los ataques no hacen más que reforzar el sentido del voto popular. Y ello me recuerda los versos con los que el poeta del Siglo de Oro respondía a sus detractores “Tus críticas majaderas, de los versos que escribí, pedante, poco me altera, más pesadumbre tuviera, si te gustasen a ti”. Lo que significa que a determinados elementos hay que tenerlos enfrente, por cuestión de prestigio y para constatar claramente que nada se tiene que ver con ellos.

Pero ¿Cómo repercutirá en Ceuta este cambio que “ya está”? Me atrevo a vaticinar, sin dármelas de Oráculo de Delfos, que los resultados electorales no tardarán en hacerse notar en la ciudad. En primer lugar por el prestigio indiscutible a nivel Madrid del Presidente Juan Vivas, un político de referencia en los años oscuros que hemos pasado y una continua causa de orgullo para Génova 13 porque, aún gobernando los socialistas, Vivas ha sido y es el político más valorado de España y esa realidad otorga innegable categoría a Ceuta, que ha sido una muestra, con Melilla, del “estilo PP”. Del estilo que ayer triunfó en toda España y que en las dos Ciudades Autónomas se ha venido manteniendo contra viento y marea, incluso cuando las circunstancias eran claramente adversas. La “gestión PP” ha sido un logro del mejor marketing al conseguir “fidelizar” y hablo de estrategia de empresa, a unos ciudadanos que no son precisamente susceptibles de dejarse “embaucar” con discursos victimistas y a fuerza de agitar fantasmas de enfrentamientos prefabricados. Quien opta por el PP sabe y conoce con claridad lo que está eligiendo, los principios, los valores más incómodos: esfuerzo, disciplina, voluntad, trabajo, excelencia y resiliencia. Nadie se llama a engaños porque la postura de los políticos que han tenido como líder a Mariano Rajoy, es la de que, ni ofrecen duros a peseta, ni son de los invitan a abrir la boca para meter dentro el pescado, aquí quien quiera comer peces que los pesque, eso sí: yo te enseño a usar la caña. Cuando se reconoce la dignidad de la persona es porque se reconoce la capacidad de esa misma persona para crecer, evolucionar y progresar sin que la dureza de la misión le suponga ningún impedimento sino por el contrario, un acicate y una ocasión para aprender a fuerza de superar obstáculos.

Y ahí está el ejemplo del diputado y de los senadores de Ceuta, tres “excelentes” a quienes nadie les ha regalado nada, sino que se lo han ganado ejercitando la fuerza de voluntad y la lucha por llegar a una meta. Y el esfuerzo y las dificultades que conlleva el logro de los objetivos, tienen aún más sentido y mayor importancia que los propios objetivos. Esa y no otra es lo que se podría considerar el talante (o la leche) de quienes van a dar la cara por Ceuta en Madrid. Y son personas que merecen representar a una ciudad que a nivel político y parlamentario no es fácil, porque el prestigio nacional de Juan Vivas pone el listón a altura bastante considerable ya que se espera que todo aquel que represente a Ceuta se encuentre a igual nivel.

Éxito sin paliativos de una campaña bordada por una primera espada como Yolanda, ejercicio de voluntad, esfuerzo continuado, coordinación con el resto del PP nacional, los candidatos dando la talla y la ciudadanía “fidelizada” a la marca de la gaviota. ¿Resultado? La autocomplacencia es humana, pero hoy hay que trabajar por y para España.
 

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