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					La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta 
					acogió ayer un juicio por agresión con arma blanca, en el 
					que el imputado reconoció los hechos. El pasado 24 de 
					diciembre A.A.A. sacó una navaja con la que asestó cuatro 
					puñaladas a su víctima, tres en el costado izquierdo y una 
					en la frente. Un delito por el se enfrenta tres años y seis 
					meses de prisión. 
					 
					Abdelhaq volvía a casa tras del trabajo el pasado 24 de 
					diciembre y, como cualquier otro día, se dirigía por la 
					acera a su domicilio cuando después de aparcar el coche 
					escuchó a un individuo insultando. Él se volvió para ver de 
					quien se trataba y sólo bastó un cruce de miradas para que 
					el hombre se fuera para él con una navaja en la mano. Según 
					cuenta, le propinó cuatro puñaladas: tres en el costado y 
					una en la frente. Ayer, el presunto culpable, A.A.A., se 
					sentó en el banquillo de los acusados de la Sección Sexta de 
					la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta para reconocer los 
					hechos.  
					 
					El juicio estaba convocado para las 10.30 horas, pero no fue 
					hasta las doce cuando se inició. Las negociaciones para 
					conseguir una conformidad habían retrasado la vista oral que 
					finalmente se resolvió en apenas unos minutos. El imputado, 
					que llegó esposado directamente de la cárcel, reconoció que 
					había cometido el delito de agresión con arma blanca. A 
					cambio, la pena a la que se enfrenta es de tres años y seis 
					meses de prisión y pagar una indemnización de 14.000 euros a 
					la víctima, que mientras se desarrollaba el juicio esperaba 
					a las puertas de la Audiencia Provincial.  
					 
					Intento de homicidio 
					 
					Es lo que pide el Ministerio Fiscal, sin embargo, a 
					Abdelhalak no le ha convencido. “Me sabe a poquísimo, porque 
					fue un intento de homicidio”, contaba ayer en los pasillos 
					de los juzgados. “Si no le hubieran parado varios viandantes 
					que pasaban por allí, me hubiera matado, porque me tenía 
					tirado en el suelo”, explicaba.  
					 
					Las lesiones mantuvieron de baja a la víctima varios días, 
					ya que no llegaron a ser de profundidad. No obstante, la 
					recuperación le llevó más de dos meses, según explicaba 
					Albdelhaq ayer, tras conocer el resultado de la vista oral y 
					la conformidad a la que se había llegado. 
					 
					Víctima y agresor no se conocían de nada antes de aquel 24 
					de diciembre de hace un año. Por eso, Abdelhaq no se explica 
					cómo pudo suceder la agresión. “Bastó un cruce de miradas 
					para que se desatara todo”, recuerda y apunta a que según le 
					han dicho, el agresor es “reincidente” y no es la primera 
					vez que ataca a una perosna. Ambos viven en Ceuta, pero 
					desde que se dicte sentencia, el imputado tendrá prohibido 
					acercarse a la víctima, a su trabajo o comunicarse con ella 
					por un periodo de cinco años.  
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