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					La esperada reforma del IPSI se ha acogido con los brazos 
					abiertos en la Cámara de Comercio, desde donde se muestran 
					contentos por una medida que, aseguran, hará “más 
					competitivos” a los empresarios ceutíes. No obstante, para 
					atraer a los clientes de la península esta medida no será 
					suficiente, ya que los elevados precios del barco son aún 
					una barrera “muy alta” para que lleguen los consumidores. 
					 
					Después de muchos años exigiendo una reforma IPSI, la Ciudad 
					ya ha anunciado su voluntad de tener redactada una 
					iniciativa legislativa a día 31 de marzo, conjuntamente con 
					Melilla, para iniciar el trámite de su modificación. Una 
					noticia que en la Cámara de Comercio de Ceuta se ha recibido 
					con los brazos abiertos, ya que hará que los comercios 
					puedan comenzar a ser “competitivos”.  
					 
					Ahora, el IPSI es un impuesto en cascada que va aumentado su 
					precio de cara al consumidor final y que grava sobre la 
					importación y no sobre la venta, según explica Manuel 
					Doncel, vicepresidente de la Cámara. “Si nosotros pudiésemos 
					tener un IVA reducido, como el tributo canario, sería 
					posible deducirle ese impuesto a los compradores que vienen 
					de Marruecos como si fuese un ‘dutty free’, como se hace en 
					la península”, aclara Doncel que además recuerda que si el 
					impuesto “pasa a ser sobre la venta, no afectará al stock” 
					que ahora supone un sobrecoste. La repercusión sería directa 
					sobre los productos, que al “no soportar ese incremento en 
					cascada del precio” serían más baratos.  
					 
					Para este miembro de la Cámara, el nuevo modelo de IPSI 
					“dinamizaría más la economía con la consiguiente creación de 
					puestos de trabajo por un aumento de la demanda”. No 
					obstante, no está tan claro que la posibilidad de devolver 
					el gravamen sea un reclamo “tan grande” de consumidores. “La 
					principal entrada desde la península es el barco -recuerda 
					Doncel- y contra su alto precio no podemos competir, la 
					barrera de entrada sigue siendo muy alta”.  
					 
					Buscar al cliente marroquí 
					 
					La modificación sí que ayudará al consumo interno, según 
					apunta Doncel, y atraerá a los turistas marroquíes, “que 
					tienen un acceso más fácil y ganas de consumir”. “Habrá un 
					beneficio pequeño, pero no tan alto como debería ser”, 
					reconoce el vicepresidente de la Cámara que añade: “Hasta 
					que el precio del barco no sea razonable va a ser muy 
					difícil traer consumidores peninsulares”.  
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