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					El informe del Defensor del Profesor, hecho público por el 
					sindicato ANPE, confirma entre sus datos que durante el 
					presente año, siete docentes recurrieron a sus servicios 
					desde Ceuta y Melilla, dos más que en el curso anterior 
					(2009-2010). Los datos contrastan con el descenso 
					generalizado de quejas a ante esta figura en todo el país, 
					algo que podría deberse al escaso conocimiento de este 
					recurso en ambas ciudades. 
					 
					La Memoria Estatal del Defensor del Profesor del curso 
					2010-2011, un estudio que se realiza anualmente desde 2005 y 
					hecho público la semana pasada por el Sindicato de 
					profesores ANPE, ponía de manifiesto un dato ciertamente 
					positivo para el profesorado a nivel nacional: según sus 
					datos, a lo largo del curso, el número de docentes que se 
					pusieron en contacto con el Defensor del Profesor ascendió a 
					un total de 3.683, una cifra que denota un ligero descenso 
					respecto al curso previo, cuando se registraron 3.998 
					quejas.  
					 
					Mientras tanto, Ceuta y Melilla, en las que se 
					contabilizaron un total de 7 quejas entre las dos (tres en 
					Ceuta y cuatro en Melilla), se mueven a la contra respecto a 
					esta tendencia nacional, ya que en 2009-2010, las dos 
					ciudades habían computado un total de cinco quejas entre las 
					dos.  
					 
					Para la Defensora del Profesor en España, Inmaculada Suárez, 
					esta cifra denota que en ambas ciudades autónomas existe 
					todavía “cierto desconocimiento” sobre la figura del 
					Denfensor, razón que justifica el aumento de quejas en este 
					último año, mientras en el resto de comunidades autónomas la 
					tendencia es a la baja.  
					 
					El ligero, aunque generalizado descenso de las quejas a 
					nivel nacional viene marcado, según Inmaculada Suárez, por 
					un aumento de la aplicación de las normativas y decretos, 
					consensuados por la comunidad educativa vigentes en los 
					centros escolares. “ 
					 
					El profesor tiene la norma para aplicarla, y lo esta 
					haciendo. Anteriormente era algo más difícil ponerlas en 
					marcha. Por ejemplo en Madrid, donde se viene aplicando esta 
					normativa desde 2007, nos llegaban casos en los que los 
					padres y los alumnos son violentos y la administración tenía 
					miedo a aplicar la norma. Sigue habiendo problemas, pero las 
					normas se están aplicando más”, afirma Suárez, conocedora de 
					la realidad en los centros educativos, donde el “miedo a las 
					represalias” es quien en muchas ocasiones impide que un 
					profesor aplique la norma necesaria. Esto sucede, según 
					argumenta, especialmente , entre los interinos. “Ellos 
					sienten más ese miedo a represalias, y no aplican la norma 
					por temor a un informe negativo de la comunidad educativa 
					que pueda poner en riesgo su futuro puesto laboral”. 
					 
					Para la Defensora, esto implica un problema aún mayor, ya 
					que a veces “refuerza” el comportamiento negativo del 
					alumno. “Hay alumnos que llegan a decirle a sus profesores 
					‘cuidado’, ya que ven que sus acciones no tienen 
					consecuencias. La Defensora del Profesor explica que los 
					adolescentes se dan cuenta de la situación y meten miedo al 
					profesor, generando así “una situación inasumible, es justo 
					lo contrario a lo que debería ser la educación.” 
					 
					Por ello, la Defensora del Profesor, recomienda “aplicar y 
					cumplir siempre” la normativa de los centros. “Pedir que se 
					cumpla, y en caso de necesidad de orientación, que se pongan 
					en contacto con nosotros directamente”, recuerda.  
					 
					El Defensor del profesor puede contactarse a través de su 
					página web (http://www.eldefensordelprofesor.es/). 
					 
					Desde su puesta en marcha por el sindicato ANPE en 2005, 
					este servicio ha atendido a más de 18.000 quejas, una media 
					de 10 profesores al día. Aproximadamente el 42% de las 
					quejas que recibe el Defensor del Profesor corresponden a 
					profesorado de Secundaria, un 38% a Educación Primaria, 
					seguido por las demás especialidades.  
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