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					Los servicios municipales procedieron durante la mañana de 
					ayer a retirar los dos vehículos, que bloqueaban la calzada, 
					que resultaron quemados durante la algarada que se produjo 
					en el Príncipe en la noche y madrugada del lunes al martes. 
					Ubicados al final de la calle de San Daniel, dificultaban el 
					paso del autobús. La mañana amaneció tranquila aunque con 
					los ánimos encendidos contra la Policía. 
					 
					“La culpa es de la Policía que viene a provocarnos”, 
					defendían vecinos del Príncipe Alfonso que, sin embargo, 
					intentaban también hacer un complicado equilibrio para 
					asegurar que la presencia policial no les molesta. 
					 
					Dentro del barrio hay de todo, también hay mayoritariamente 
					vecinos que quieren vivir en paz, pero se ven sometido a una 
					minoría violenta, vinculada a clanes delincuenciales, y 
					viven temerosos. “Aún así, es tan peculiar la barriada que 
					se necesitaría una policía a medida del múltiple y 
					variopinto gusto vecinal”, entendía un inspector del CNP. 
					“Una policía que no moleste a los delincuentes, otra que 
					sólo esté pero que no actúe, que no sancione, que no multe, 
					y otros que no se atreven a decirlo pero prefieren una 
					policía capaz de eliminar a los violentos, desalmados y 
					delincuentes... hay de todo”, concluye en su análisis este 
					proesional. 
					 
					Mientras, por la mañana, los servicios municipales 
					terminaban por retirar dos vehículos quemados durante la 
					algarada que, atravesados en la calzada, impedían el acceso 
					del autobús por la calle San Daniel. 
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